MADRID – La expropiación de YPF a Repsol comienza a pasar factura a Argentina. El Gobierno de Cristina Fernández se ha visto obligado a pagar más cara la compra de gas importado. En concreto, un 31 por ciento más que el precio que le ofrecía anteriormente la petrolera española quien, tras la nacionalización, ha cancelado el contrato de suministro, informa Juan Ignacio Irigaray de El Mundo

Como resultado de la decisión de Repsol, ahora el Gobierno argentino se verá obligado  a comprar al grupo italiano ENI, la británica British Petroleum y la brasileña Petrobras a elevados precios. Otros pedidos hechos a las compañías Excelerate y Morgan Stanley han quedado en suspenso a la espera de que mejoren la oferta, según publicó hace unos días el diario argentino Clarín. 

La filial de la empresa dirigida por Antonio Brufau tenía previsto suministrar a Argentina 10 barcos cargados con gas natural licuado (GNL) durante el invierno austral para completar las necesidades energéticas del país. El precio pactado con la petrolera española era de 13,50 dólares por millón de BTU (abreviatura de la unidad de energía inglesa, British Thermal Unit). 

Pero ahora la operación ha sido cancelada por Repsol lo que ha obligado al Gobierno argentino a buscar otros suministradores. Los nuevos contratos suscritos se elevan hasta 17,70 dólares por millón de BTU; es decir, precios un 31,1% más caros. 

El cuadro de situación empeora si se comparan estos valores con el gas natural que Argentina compra a Bolivia. Allí el precio es de 12 dólares, con lo cual el GNL comprado a los sustitutos de Repsol resulta un 41% más caro. Y, según el periódico contrario a Kirchner, las importaciones de GNL se incrementaron en sólo cinco años de 8 a 81 cargas anuales, y ya representan más del 20% de la demanda interna. 

El interventor de YPF y ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, acusó este domingo al grupo español del problema. “Repsol incumplió con la provisión de los buques acordados para perjudicar a la Argentina, haciendo que deba pagar más de lo previsto”, indicó el ministro de Planificación Federal, a través de un comunicado. 

“Las compras de GNL se acordaron a principios de año, una parte con Repsol, a un promedio de 13 dólares el millón de BTU mientras que Brasil y Chile cerraron compras por 17 dólares”, se justificó.

Ofensiva legal de Repsol

Por otro lado, la multinacional española Repsol se prepara ya para iniciar su ofensiva legal contra Argentina, informa Europa Press. La petrolera denunciará al país ante la Corte de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), dependiente del Banco Mundial. Fundamentará su reclamación en el Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI) firmado en 1991 entre ambos Estados. 

Brufau ha reclamado 8.000 millones de euros de resarcimiento, como ya publicó El Molino, y ha negado las acusaciones de supuesta falta de inversiones y vaciamiento de YPF. Por el contrario, la empresa dice haber invertido 11.515 millones de euros de 1999 a 2011 (alrededor de 15.545 millones de dólares). 

El Gobierno argentino alegó, por su parte, que por la gestión de Repsol, el país ha perdido el autoabastecimiento de hidrocarburos y debió importarlos por 9.300 millones de dólares en 2011, casi el equivalente a su superávit de balanza comercial. 

El viceministro de Economía argentino, Axel Kicillof, ha dado a entender en diversas ocasiones que Argentina no pagaría ninguna indemnización porque la deuda de YPF, dijo, presuntamente suma unos 6.800 millones de euros. Y que entre 1999 y 2011 se cobró dividendos por 11.900 millones de euros, en su mayoría girados a España. 

El conflicto pasará de inmediato al Tribunal de Tasaciones de la Nación, que depende del interventor de YPF y ministro de Planificación, Julio De Vido. Ese organismo, deberá sopesar el precio de mercado de YPF, un dato crucial para conocer si Argentina indemnizará o no a Repsol.

Texto original en español.