Young Girl at MaliPara el obstetra Malcolm Potts la educación, especialmente la educación de las mujeres, es clave en la lucha contra el extremismo islamista radical en Mali.

Sugiere, en una columna de opinión en Los Angeles Times que los expertos franceses anti terroristas efectúen un cambio de enfoque.

“Sin nuevas políticas radicales, podemos estar seguros de que habrá más conflictos, más estados fracasados y más presas fáciles para los fundamentalistas islámicos”, escribe, señalando que las niñas en algunas regiones de Mali se casan a una edad promedio de 14 años.

Para la edad de 18 años, ya tienen dos hijos, dice. 

La abrumadora mayoría no ingresan a la escuela secundaria, explica, y mucho menos logran graduarse.

Y sólo el 8 por ciento de las mujeres usan anticonceptivos el el país, apunta.

Es la falta de oportunidades que se desprenden de esta dura realidad la que alimenta el fundamentalismo islámico, dice.

Menciona, sin embargo, un modesto ejemplo que podría indicar el camino a seguir.

“En un proyecto ínfimo pero altamente exitoso, trabajando muy cerca a las comunidades, logramos mantener en la escuela secundaria a 205 de entre 230 niñas. Solo tres de las que permanecieron en la escuela se casaron antes de graduarse, y solo una tuvo un hijo. El costo anual del programa fue menos de US$40 por niña”. 

El único camino verdadero hacia la paz en la región del Sahel es mediante la inversión en las mujeres, dice. “Va a ser un proceso largo y difícil, pero no es imposible si empezamos desde hoy y en una escala realista”.

Artículo en inglés

Foto cortesía emilio labrador via flickr