La Casa Blanca dice que todo marcha a las mil maravillas y que las imputaciones anunciadas el lunes no tienen nada que ver con el presidente. La declaración de culpabilidad de un tercero tampoco les preocupa, ya que George Papadopoulos (relativamente desconocido por el público hasta el momento) jugó un papel mínimo en la campaña.
Sin embargo, con la excepción de Fox News, Drudge Report, Breitbart y otros portales de la derecha estadounidense, la noticia ha sacudido la capital.
Las palabras de Sarah Huckabee, portavoz de la presidencia, capturan el mensaje que la administración quisiera que el país acepte. “El anuncio de hoy no tiene nada que ver con la campaña del presidente ni la actividad de la campaña”.
Se refiere la señora Huckabee Sanders al anuncio temprano en la mañana sobre las imputaciones de cargos contra Paul Manafort, ex presidente de la campaña 2016, y su protegido Rick Gates. Los 12 cargos criminales que enfrentan incluyen lavado de dinero, recibido de intereses vinculados al Kremlin y depositado sin reportarse en bancos de Chipre.
(Se encuentran bajo arresto domiciliario luego de pagar fianzas millonarias).
Pero la noticia que mayor impacto ha tenido reventó un par de horas después al informarse que un funcionario de relativamente bajo perfil, George Papadopoulos, se había declarado culpable de mentirle al FBI sobre sus vínculos con Rusia.
Papadopoulos está colaborando con el FBI. Desde julio de este año.
Nadie estaba enterado de que Papadopoulos había sido detenido. Ni siquiera la Casa Blanca lo sabía.
La gravedad de ello esto no puede exagerarse.
Primero porque, a diferencia con los cargos contra Manafort y Gates que se trazan a actividades comerciales algunos años antes de la campaña, los vínculos entre intereses comerciales rusos y Trump no están establecidos claramente, aunque las investigaciones podrían llegar allí.
Pero Papadopoulos estaba encargado de recopilar información negativa sobre Hillary Clinton por parte de funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. Según indicaron correos electrónicos examinados por el Fiscal Independiente, un profesor ruso le había dicho que Moscú tenía “miles de correos electrónicos” lesivos a la candidata Hillary Clinton.
Al declararse culpable, deja claro que la campaña de Trump sabía sobre la piratería de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata mucho antes de que fuera revelada públicamente.
La cuenta de correo electrónico del presidente de la campaña Clinton, John Podesta, fue pirateada el 19 de marzo, y el 26 de abril Papadopoulos fue contractado con la oferta de miles de correos electrónicos — esto es al menos un mes antes de que se hiciera público y varios meses antes de WikiLeaks divulgara estos correos electrónicos.
Las actividades de Papadopoulos precedieron la reunión del 9 de junio 2016 en Trump Tower, en New York, a la que asistieron 8 personas, incluyendo Manafort, el hijo mayor de Trump Donald Jr., el yerno Jarred Kushner, y dos rusos vinculados con el gobierno de Putin.
El objetivo de la reunión fue discutir información ofrecida por los rusos y podría perjudicar la campaña Clinton. Sobre esa reunión, el New York Times ha reportado que el Kremlin estaba al tanto de lo que se discutiría.
Además, existe la posibilidad de que Papadopoulos haya grabado conversaciones con gente cercana a la presidencia desde el día que el Fiscal Independiente lo presionó para que colaborara.
Finalmente, otra fuente de temor para la Casa Blanca es que ellos no saben a qué información tiene acceso el Fiscal Independiente ni quién más ha abierto el pico.
Mucho indica que éste es solo el comienzo de un período en el que investigaciones, juicios, filtraciones, y la incertidumbre dominarán la capital de EUA.
Suficiente para perder el sueño.
Más información en inglés The Washington Post
Cronología en inglés The New York Times
Más información en inglés The Intercept.
