Con sus trenzas, sus vistosas polleras, las cholitas luchadoras de Bolivia no solo combaten contra hombres — a quienes les dan duro y parejo — si no que luchan por la igualdad de derechos de la mujer.
Aquí escuchamos una entrevista con Cecilia Lanza en el programa Contramano, donde hablan dos luchadoras fuera del ring.
“A mi me gusta la lucha libre, me encanta la lucha libre, me juego el todo por el todo. Entonces he demostrado que si podía hacer lo que los varones hacen. Lo que las señoritas de vestido hacen. Hoy en día me están aceptando gracias a Dios”.
“Más antes nuestros compañeros no nos apoyaban y pensábamos que no íbamos a salir adelante. Pero hoy por hoy nos debemos también a ellos: porque gracias a ellos también estamos donde estamos”.
“Nosotras ayudamos a salir adelante a otras personas..Hay unas señoras resentidas que todavía no han logrado sentir un deporte, o una pasión que seguir. Ellas nos dicen ¡que vayan a la cocina! Parecen varones — deberían de apoyarnos a nosotras”.
Escribe Juan Recochea en Bolivia for 91 Days:
“La palabra Cholita la inventaron los colonialistas españoles como una manera de denigrar a la población andina, pero desde entonces ha sido adoptada por la misma gente que intentaba humillar. Las mujeres se enorgullecen de llamarse “cholitas” e incluso encontramos un certamen de belleza Miss Cholita Paceña 2011. Sin embargo, no es palabra que los gringos deben usar libremente. El punzón histórico del racismo está justo por debajo de la superficie, así que si se le sale la palabra “cholita”, asegúrese de usarla respetuosamente. Algo así como: “‘Dios Santo, ver cómo estas dos cholitas se han roto la madre fue una de las locuras más grandes que he visto”.
Foto pantallazo Bolivia for 91 Days: muchas y magníficas fotos
