Con el anticipado regreso a EUA de Amanda Knox culminó, para los padres de la joven estadounidense que pasó cuatro años presa en Italia, una millonaria campaña de relaciones públicas que movilizó a un juez, una senadora, decenas de amistades de la joven y contrató los servicios de una conocida firma de fama internacional.
Escriben Michael Cooper e Isolde Raftery en el New York Times que al poco tiempo de que fuera detenida la joven en el 2007, sus padres contrataron la compañía de manejo de crisis Gogerty Marriott, basada en Seattle.
Igualmente, dicen, la senadora Maria Cantwell no escatimó esfuerzos en contactar gente — tanto a funcionarios de EUA como italianos — para convencerlos de la inocencia de Amanda Knox. Incluso, a un juez de Seattle se le llamó la atención por usar el papel membretado de la corte en sus comunicaciones con funcionarios italianos a favor de ella.
Además, los Knox movilizaron las amistades escolares de la joven, quienes se ocuparon de trabajar las redes sociales, creando páginas, colocando fotos de ella cuando niña para contrarrestar la imagen presentada en los tabloides británicos.
[La TV estadounidense produjo Amanda Knox: Murder on Trial in Italy, donde se presenta como víctima de un sistema lleno de fallas].
Al otros lado de las barricadas, los tabloides británicos, por su parte, escarbaron sobre la vida personal de la joven, llenando sus páginas con detalles de novios y encuentros románticos de la joven, a quien presentaron como una joven totalmente irresponsable que vivía en un mundo de drogas y sexo donde cualquier cosa se valía.
Los tabloides encontraron en la página de Amanda Knox de una red social el apodo “Foxy Knoxy”, el cual presentaron como descriptivo de su promiscuidad, pero que según la madre de la joven se referiría a sus aptitudes como futbolista.
Fue tal el impacto mediático en este caso, dice el Times, que en su alegato final uno de los fiscales se quejó de la “exaltación mórbida por los medios”. Pidió a los jurados que “olviden el cabildeo, los medios, el circo político, la interferencia”.
Los abogados de Amanda Knox, por su parte, dijeron que ella había sido “crucificada” por los medios.
Al final del caso, lo que parece haber convencido al jurado en el caso de la apelación fue el informe oficial que desautorizó el informe original sobre el ADN, dice.
La campaña de relaciones públicas logró su cometido: impedir el público olvidara a la joven y, quizás, ayudar a recaudar los costos de la defensa que podrían haber alcanzado US$1,000,000, según el Times.
[La realidad es que muy poco se dice sobre Meredith Kercher, la joven que perdió la vida en el horrible asesinato. Ni de los otros implicados en el caso, Rudy Guede, que está preso, Raffaelle Sollecito ex novio de Amanda Knox, y Patrice Lumumba, acusado por ella y luego puesto en libertad].
Así que, cuando llegó a Seattle y bañada en lágrimas, Amanda Knox dijo, “Quiero agradecerles a todos”, se refería a enormes esfuerzos de muchas personas y organizaciones que sabían perfectamente qué estaban haciendo.
Ahora, sobra decirlo, vienen las entrevistas, el libro, la película y docenas más oportunidades para monetizar la terrible experiencia.
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