Tutankamón, el niño faraón, era un ser frágil, paralizado padeciendo múltiples enfermedades al morir a los 19 años, a eso del 1324 AC.

Informa el New York Times que nuevos descubrimientos científicos concluyen que lo que mató al rey fue la malaria, combinada con una enfermedad degenerativa de los huesos.

“La aplicación de avanzadas técnicas radiológicas y genéticas a algunas momias de la realeza egipcia marca un nuevo paso en el creciente alcance de la investigación histórica mediante la ciencia”.

La momia del niño faraón fue descubierta en 1922 por el arqueólogo inglés Howard Carter en el Valle de los Reyes en Egipto. El rostro del muchacho, su muerte prematura, junto con las riquezas que acompañaban su sepulcro capturaron la imaginación de millones de personas a través del mundo.

Según el Times la falta de herederos de Tutankamón, combinada con el estilo de los relieves y otras esculturas de él y su familia, que mostraban rasgos femeninos o andrógenos, llevaron a la formación de la hipótesis de que sufría de ginescomastia, que es el excesivo desarrollo de senos en los hombres.

“Los nuevos hallazgos contradicen esa teoría. Los senos del faraón no se preservaron. Pero el pene de Tut, separado actualmente de la momia, está bien desarrollado, reportaron los investigadores”.

“La gran mayoría de los diagnósticos son hipótesis basadas en la observación e interpretación de artefactos y no en la evaluación de los restos momificados de los miembros de la familia real fuera de estos artefactos”,

Realmente fascinante aunque se hace una falta de respeto con los muertos, faraones on no.

Artículo completo en inglés.