Jill Kelley¿Quién es Jill Kelley, la otra mujer en el escándalo que obligó la renuncia de David Petraeus, director de la CIA, antiguo general altamente condecorado, embrollo que ahora involucra al General John R. Allen, comandante de la fuerza conjunta EUA-OTAN en Afganistán?

Aunque conocida en el mundo social de Tampa, Florida, para el resto de EUA y el mundo Jill Kelley era básicamente desconocida.

Su nombre llegó a los titulares hace unos días cuando se supo que fue ella quien, al recibir correos amenazantes de Paula Broadwell, amante y biógrafa del general Petraeus, involucró al FBI en el asunto, con lo que se destapó el escándalo.

Ahora Jill y su marido Scott se encuentran en la Zona Cero de una intriga que combina elementos de Mata Hari, John le Carré, Ian Fleming, con un toque de Tom Wolfe — empaquetado con el melodrama de una telenovela o culebrón.

Jason Cherkis y Christina Wilkie, del equipo investigativo de Huffington Post presentan algunos datos interesantes sobre esta pareja, que frecuentaba el Comando Central de EUA en Tampa, se codeaban con el quien es quien del ejército y hasta se denominaban “embajadores de buena fe”.

Viven en una mansión de más de US$1 millón en Tampa.

Tienen dos hijos.

Dice HuffPost que los Kelley fundaron y luego cerraron la Fundación Doctor Kelley Cancer Research. El objetivo, según los documentos: “dedicarse exclusivamente para conducir la investigación sobre el cáncer y conceder los deseos de los adultos enfermos de muerte”.

La fundación comenzó con la suma de US$157,284 y, al declararse en bancarrota en el 2007, habían gastado exactamente la misma suma, dice HuffPost.

Según las declaraciones de impuestos, se gastaron esa suma de la manera siguiente: US$38,600 en viajes, US$43,00 en representación (cenas y actividades sociales), US$25,000 en abogados, US$8,800 en automóviles, y US$12,800 en materiales de oficina.

Interesante que no hayan gastado un peso en investigación para el cáncer.

Pero se les conoce por sus múltiples fiestas.

Igualmente, dice HuffPost, la hermana gemela de Jill, Natalie Khawam aparecía como la única funcionaria de la caridad.

Ella misma tiene serios problemas de deuda, bancarrota, e impuestos atrasados, indica HuffPost.

Además, informan Geoff Earle y Dan Mangan en el New York Post que Nathalie Khawam se encuentra en medio de una fuerte batalla legal por custodia de su hijo y que tanto el general Petraus, como el general Allen habían escrito cartas (en papel oficial del ejército donde aparecen los rangos) sobre su buen carácter.

La juez en el caso se refiere a ella como “inestable psicológicamente”.

Más información en inglés The Huffington Post

Más información en inglés The New York Post