Entre las distinciones de Donald J. Trump, una de las menos enviadiables es ser el presidente que ha sido enjuiciado por la cámara de representantes ¡dos veces! 

Esta marca de Caín le acompañará por el resto de sus días. Y después de finado, en obituarios, libros de historia, y todo lo que sigue después de una presidencia. 

Además, su segundo impeachment ocurre bajo la acusación de haber convocado a una insurrección en contra del congreso, en los mismos momentos en que se preparaba a certificar la victoria electoral de su adversario, Joe Biden.

Nada remotamente parecido se había visto en la historia de EUA.

Fue, por así decirlo, un impeachment “relámpago”, ya que la evidencia era casi indisputable: El 6 de enero convocó frente a la Casa Blanca a una nutrida marcha de sus seguidores — neonazis, fascistas y otros derechistas — que luego de escucharlo se dirigieron al Capitolio, sembrando destrucción y muerte. 

El ataque sucedió ante los ojos del mundo, mediante fotos, videos de teléfonos y otros testimonios por los mismos autores del crimen, que ahora las autoridades usan como evidencia. 

Cada día que pasa se conocen más detalles: son espeluznantes.

Todo sucedió entre el 6 y el 12 de enero, pero fue la culminación de un proceso que se inició en noviembre 3, cuando Trump se autoproclamó ganador incuestionable de la elección presidencial.

La evidencia jamás concordó con las constantes acusaciones de fraude.

Según la Constitución de EUA, el impeachment o juicio político tiene lugar en la Cámara de Representantes, que vota a favor o en contra de unos artículos o cargos criminales. Esa es la primera fase.

La segunda fase tiene lugar en el senado. Donde puede ser condenado y destituído. Pero como cambio de gobierno tiene lugar este 20 de enero el jucio en el senado se encuentra en terreno desconocido..

 El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, dijo el miércoles que no convocará a una reunión anticipada de esa cámara porque  “simplemente no hay posibilidad de que un juicio justo o serio pueda concluir antes del presidente electo Biden. preste juramento la próxima semana “, informa la AP. 

McConnell, sin embargo, ha señalado que podría estar dispuesto a votar para condenar a Trump por el cargo de incitar a la insurrección. “Tengo la intención de escuchar los argumentos legales cuando se presenten al Senado”, dijo después de que la Cámara votara 232-197 a favor del juicio político, con 10 republicanos uniéndose a los demócratas unificados. 

Pelosi: vestida para el impeachment.  La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, llevaba puesto el mismo atuendo que usó hace un año cuando dirigió el primer impeachment de Trump. (Algún día aparecerá en el Smithsonian).  Firmó el artículo de juicio político el miércoles por la noche en una “ceremonia. “Hoy, de manera bipartidista, la Cámara demostró que nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente de Estados Unidos”, dijo.  

El jucio en el Senado tendrá prioridad.  Según las reglas del Senado, los cargos de juicio político son prioritarios y merecen atención inmediata, cuando se reciben, lo que significa que es probable que el tema sea el foco principal de Washington desde el primer día de Biden en el cargo, informa el New York Times. 

Biden, sin embargo, ha pedido cierta flexibilidad con esa norma para que el senado pueda también dedicar parte de su tiempo a confirmar a sus nominados. “Espero que el liderazgo del Senado encuentre una manera de lidiar con sus responsabilidades constitucionales en el juicio político mientras también trabaja en otros asuntos urgentes de esta nación”, dijo en un mensaje por Twitter Biden el miércoles.

Para que Trump sea condenado, al menos 17 republicanos tendrán que votar con los demócratas. Hasta el momento no se sabe si están alineados los votos.

De ser condenado en el senado, a Trump se le podría prohibir ocupar un cargo político por el resto de sus días. También podría ser despojado de su pensión presidencial y su presupuesto para viajes.

Reuters sostiene que Trump está considerando contratar al profesor de derecho John Eastman, quien hizo afirmaciones sin fundamento de fraude electoral en el mitin de Trump que precedió los disturbios en el Capitolio.

Podría también incluir a Rudy Giuliani, aunque también se ha informado que el presidente está tan furioso con el ex alcalde de New York, que ha dicho que no le va a pagar sus honorarios por el infructuoso esfuerzo de cambiar el resultado de la elección — que le convirtió en objeto de burlas, resultó en más de 30 derrotas en los tribunales, y por los que cobró US$20,000 diarios. No sería la primera vez que Trump se niega a pagar los honorarios de alguien que trabajó para él. 

Así EUA y el mundo se preparan para cerrar la presidencia de Donald J. Trump, que en su rodada cuesta abajo sacón lo peor de muchos.