“Barack is back” con ese titular The Huffington Post captura la esencia del segundo de tres debates presidenciales que fue una clara victoria para el presidente Barack Obama sobre su adversario republicano Mitt Romney.

Esta vez, el debate fue moderado por Cindy Crawley de CNN.

Siguió un formato de cabildo abierto, donde un grupo de votantes no decididos hizo a los candidatos preguntas que la moderadora había aprobado.

Desde sus primeras palabras, donde atacó a Romney por criticar el rescate por el gobierno federal a la industria automotriz en el 2008, hasta sus comentarios finales, donde fustigó al republicano por su controvertido comentario de que 47% del público vive del gobierno, Barack Obama entró a convencer al electorado no decidido — y a sus partidarios al borde de la desesperación — de que él presenta una opción más clara, sensata y equitativa para el país.

Fue un debate intenso, agresivo, donde los candidatos no disimularon su desprecio mutuo, a veces dando vueltas en torno a su adversario, levantándose de las sillas, interrumpiéndose uno al otro.

Discutieron empleos, impuestos, energía, el costo de la gasolina, inmigración, derechos de la mujer y otros temas.

Romney presentó claramente el lamentable estado de la economía estadounidense, recitando un memorial de datos sobre desempleo, crecimiento (raquítico), cupones alimenticios y otros.

Obama, por su parte, revivió el mensaje que su campaña ha machacado desde la convención de su partido en septiembre: que Romney representa los intereses de una minoría de estadounidenses muy ricos que ni comprenden, ni les preocupan, los problemas de la clase media estadounidense.

Presentó a Romney como un oligarca que sabe extraer para si mismo — y su clase social — enormes ganancias comprando y vendiendo empresas, con devastadoras repercusiones para los trabajadores.

Llamó mentiroso a Romney en repetidas ocasiones.

Igualmente, Obama atacó los puntos de vista republicanos sobre asuntos sociales: la salud de las mujeres e inmigración, donde por más que Romney intentara negarlo Obama recalcó que el asesor republicano sobre asuntos migratorios fue el arquitecto de la polémica ley anti inmigrante de Arizona.

Eso en cuanto a diferencias políticas.

La otra dimensión del debate fue telegénica.

Así como en el primer debate el 3 de octubre en Denver ,Barack Obama lucía cansando, desinteresado, ausente, como si no quisiera estar allí, esta vez fue otro Obama, revivido, alerta, energético, agresivo, claro — en su mejor forma: interrumpiendo las aseveraciones de Romney con las palabras “that is not true” (eso no es verdad).

Mitt Romney, lucía frustrado, cansado, atónito a veces — sencillamente no dio la talla.

En dos ocasiones, el republicano abrió un flanco que el presidente ni corto ni perezoso supo aprovechar.

Respecto al ataque el 11 de septiembre pasado en Bengasi, Libia, acusó al presidente de negar durante semanas que hubiera sido un ataque terrorista, siendo este argumento parte de las críticas republicanas de que la administración está perdiendo control del medio oriente.

Pero el presidente sí había dicho desde el primer día que era un acto de terrorismo, algo que la moderadora rectificó.

Luego, al llegar su turno de responder qué haría para que las mujeres reciban el mismo salario que un hombre, Romney no tuvo respuesta. Comenzó a hablar de sus intentos cuando fue gobernador del estado de Massachussets de contratar más mujeres y fue cuando cometió la imprudencia de decir que le habían presentado “folders llenos de mujeres” (#bindersfullofwomen), frase que ha sido mofada extensamente en redes sociales como Twitter..

Al fin de cuentas, a diferencia del primer debate, dos resultados inmediatos favorecen al presidente.

CBS News insta-poll, indica que Obama ganó el debate 37% a 30% de Romney. CNN, que también condujo un sondeo a boca de debate dio 46% a Obama y 39% para Romney.

Desde ya se nota, por los comentarios en los diversos medios, que Barack Obama ha recuperado la credibilidad entre su base demócrata liberal; queda por verse si será lo suficiente para frenar el impulso que había cobrado Romney después de Denver en el sector “no decidido”, que es cada día más pequeño.

El próximo y último debate tendrá lugar en Boca Ratón, Florida, el lunes 22 de octubre

Fuentes: CNN, The Huffington Post, New York Times, Fox News, AP, Reuters, MSNBC, ABC

Transcripción y audio del debate en inglés

Ilustración cortesía de Donkeyhotie via flickr