El paralelo con el libro “Almas muertas” del maestro ruso Nicolái Gogol no podría ser más claro.
Dice Gawker que un estudio de 1.3 millones de seguidores de Twitter de los cuales hace alarde la campaña del precandidato republicano Newt Gingrich muestra que 92 por ciento de ellos son una invención.
Igual que en la Rusia zarista de comienzos del siglo 19, el avivato y arribista Chichikov urdió un complot para comprar las “almas muertas” de siervos para inflar su posición social, New Gingrich busca convencer al electorado republicano de que su campaña tiene futuro — no obstante haberse convertido en el hazmerreír de los medios desde sus primeros pasos, ya fuera por sus gasto en joyas, sus vacaciones, y otras metidas de pata.
Gawker contrató a la compañía de investigaciones PeekYou que se dedica a investigar la calidad de las audiencias de Twitter. Explica que la compañía usa 23 criterios — incluyendo nombre, ubicación, así como enlaces — para determinar cuáles usuarios son reales y cuales ficticios.
“Tras analizar cada uno de los seguidores de Gingrich llegaron a la conclusión que solo el 106,055, el 8 por ciento, eran gente real”.
Según la compañía, “La abrumadora mayoría de sus seguidores son, o bien gente completamente anónima sin ninguna actividad en internet; o creaciones de los robots”.
