Extractos de una nota publicada por Carl Zimmer en el New York Times en español — Desde hace mucho tiempo ha sido un insulto que te digan neandertal. Sin embargo, cuanto más se ha estudiado a estas personas elusivas y desaparecidas, más respeto han ganado entre los científicos.
El 22 de febrero, un equipo de investigadores proporcionó evidencia convincente de que los neandertales contaban con una de las principales señales de sofisticación mental: podían pintar arte rupestre. Ese talento sugiere que los neandertales eran capaces de pensar simbólicamente y pudieron haber alcanzado otros logros no conservados en los registros fósiles.
“Cuando tienes símbolos, hay lenguaje”, dijo João Zilhão, un arqueólogo de la Universidad de Barcelona y coautor del nuevo estudio.
Cuando los fósiles neandertales salieron a la luz por primera vez a mediados del siglo XIX, los investigadores se sorprendieron con el grueso y bajo arco de la ceja en sus cráneos. Descubrimientos posteriores mostraron que los neandertales tenían cerebros tan grandes como los nuestros, pero cuerpos más bajos y anchos.
El ajolote tiene el mayor genoma del mundo y da una pista sobre sus cualidades regenerativas
Para principios del siglo XX, los científicos describían a los neandertales como bestias parecidas a gorilas, una rama extinta de la humanidad que no pudo competir con los humanos más delgados e inteligentes.
Sin embargo, la evidencia tanto de fósiles como de ADN indica que los neandertales y los seres humanos descienden de un ancestro común que vivió hace casi 600.000 años. Nuestra propia especie quizá vivió en su mayor parte en África.