Los Clinton y Goldman Sachs
Foto: Henrik Moltke/The Intercept

Anchos y profundos. Así son los lazos que unen a Hillary Clinton con Goldman Sachs, una de las instituciones bancarias más poderosas del mundo, informan Lee Fang y Henrik Moltke en una magníficamente documentada nota en The Intercept.

Dice que la compañía pagó a Hillary Clinton US$675,000 en honorarios por sus discursos; pagó a Bill Clinton US$1,550,000 por lo mismo y realizó donaciones de entre US$250,000 and US$500,000 a la Fundación Clinton.

Ello sucedió, continúa The Intercept, en momentos en que Goldman Sachs directamente buscaba influenciar el Departamento de Estado, que encabezaba Clinton. La compañía generosamente colaboraba con la Fundación Clinton, incluso organizando en sus propias oficinas reuniones para donantes.

(Aquí puedes leer sobre el papel que Goldman Sachs jugó en la crisis financiera del 2008).

Pero hay más: El yerno Mark Mezvinsky.

Casado con Chelsea Clinton en 2010, Mezvinsky fue un ejecutivo de Goldman Sachs antes de crear su propio fondo de cobertura con dos antiguos empleados de la compañía. La cuota inicial: US$2 millones.

Lloyd Blankfein, presidente de Goldman Sachs, fue inversionista del fondo y a la vez permitió que se usara su “prestigio” para promoverlo.

Estos fondos fracasaron y, tras enormes pérdidas hasta de 90% uno de ellos tuvo que cerrar. Queda  Eaglevale que sigue desangrándose, inidica el New York Times.

Ante las preguntas de su relación con Goldman Sachs, Clinton se ha reído, dado la vuelta y marchado. Aunque no todo el mundo lo ha encontrado gracioso, incluyendo la junta editorial del New York Times que ha pedido a Clinton que haga públicas las transcripciones de sus discursos.

Las conexiones de los Clinton con Goldman Sachs se remontan a la época en que comenzaron a proyectarse en la política nacional, en diciembre de 1991, cuando Robert Rubin, en aquello días co-presidente y co-socio principal del banco, se reunió con Bill Clinton en una cena de Manhattan, quedando tan impresionado que se unió como asesor económico a la campaña de Clinton por la nominación demócrata 1992. De acuerdo con los resultados de una investigación de noviembre 2015 donantes de Clinton por The Washington Post, Rubin y otros socios de Goldman “movilizaron sus redes para recaudar dinero para el nuevo candidato”. Simon Head, The New York Review of Books

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