Chelsea ClintonUna nueva tanda de correos filtrados por WikiLeaks esta semana confirman la sospecha de muchos en el sentido de que existe entre la fundación Clinton y el gobierno una serie de puertas giratorias en donde la influencia y el acceso son la clave de los millones.

Según informa Kenneth P. Vogel en POLITICO, la hija de los Clinton Chelsea intentó poner fin a este tipo de relación entre la fundación y Teneo, una compañía de consultoría que incluía a Bill Clinton en su nómina.

Chelsea Clinton, explica la nota, escribió una carta bastante fuerte a directivos de la Fundación en la que expresa “serias preocupaciones” en la manera en que Teneo estaba usando el nombre de su padre para concertar citas con clientes potenciales. “Mencionaré ésto y más esta tarde a mi padre. Quiero que Uds. estén al tanto de mis crecientes preocupaciones…”.

POLITICO explica que Teneo fue fundada por Declan Kelly, antiguo funcionario del Departamento de Estado, quien usó su cargo para “sentar las bases de la compañía”. El otro socio, Doug Band, estaba en la nómina de la Fundación Clinton mientras al mismo tiempo recibía un salario con fondos públicos asignados para la oficina del expresidente. Justin Cooper, también de la oficina de Bill Clinton, estaba encargado de mantener los controversiales servidores privados de Hillary Clinton.

Teneo obtuvo una serie de lucrativos contratos con donantes a la fundación y empresas que realizaban negocios con el Departamento de Estado que Hillary Clinton manejaba. Teneo se comprometió a pagar US$3.5 millones al expresidente, pero por razones de contabilidad la planilla de impuestos de él solo muestra US$100,000, apunta la nota en POLITICO.

Teneo también pagó a Huma Abedin, la mano derecha de Hillary Clinton en el Departmento de Estado, por sus servicios como “asesora”.

Band descartó a Chelsea Clinton como una niña rica “con ambiciones de poder que causaba estragos en la Fundación Clinton — y quien creó un ambiente de estrés que contribuyó a que una persona contemplara el suicidio — por el simple hecho de vivir aburrida e intentar proteger su relación con su padre, dice POLITICO.

Band dijo que Teneo tenía muy poco que ver con la Fundación.

Chelsea Clinton, quien acababa de graduarse de prestigiosas instituciones, había intentado “reformar” la Fundación, lo cual había sacudido a muchos empleados y directivos, que lo interpretaron como falta de confianza.

Algunos se quejaron a John Podesta, asesor durante años de los Clinton y quien en la actualidad es director de la campaña de Hillary Clinton.

Algunas de las preocupaciones planteadas por Chelsea Clinton han venido persiguiendo la campaña de su madre, Hillary Clinton, durante su campaña presidencial. Las han repetido Donald Trump y otros republicanos quienes sostienen que los Clinton utilizaron su fundación y acuerdos comerciales privados para enriquecerse esencialmente al subastar acceso a la poderosa familia y sus asociados en el gobierno — incluyendo durante el mandato de Hillary Clinton como Secretaria de Estado.

Esto lo han repetido portales de la ultraderecha como Drudge Report, Breitbart, Daily Caller, Fox News y otros.

Pero no solo han sido republicanos quienes han cuestionado la Fundación ni denunciado la compra y venta de acceso. Desde el periódico New York Times, que escribió un editorial sobre el tema, hasta amplios sectores que de ninguna manera pueden considerarse vinculados a la campaña Trump ni a los republicanos.

El campo Clinton, quien se ha negado a comentar sobre esta nueva tanda de filtraciones, únicamente dice que fue obra de los rusos.

Artículo en inglés en POLITICO