Una amenaza creciente y sin solución aparente es el llamado spam, aquellos mensajes no solicitados que han polucionado nuestros buzones electrónicos. Ahora, escribe Nichole Perlroth en el New York Times, se está expandiendo a los teléfonos celulares con una velocidad alarmante.
Toman la forma de mensajes por texto, dice.
Dice que el año pasado en EUA, usuarios de teléfonos móviles recibieron 4.5 mil millones de mensajes spam por texto, más del doble de los que recibieron en el 2009.
Con más de 250 millones de dispositivos capacitados para recibir mensajes por texto en EUA, el problema no ha adquirido todavía las dimensiones del spam en los buzones electrónicos, dice.
Aún así, es una amenaza creciente que puede causar serios problemas por lo que hay que tener cuidado, dice.
En algunos casos, el solo hecho de responder puede encadenar al usuario a algún tipo de servicio imposible de cancelar, advierte.
Mediante tácticas como invitar al usuario a responder a una encuesta (y participar en un sorteo para un iPhone), la víctima puede divulgar todo tipo de datos personales, la cual sirve para obtener aún más información como dirección o datos financieros, que eventualmente puede dar acceso a los malhechores a la cuenta bancaria.
Dos leyes federales en EUA intentan proteger a los consumidores el Can Spam Act y el Telephone Consumer Protection Act. Pero no están dando resultados, dice, porque los generadores de spam son altamente recursivos, usando tecnología que por un costo mínimo da enorme flexibilidad.
Así que, ¡ojo!
Foto cortesía de dok1 via flickr
