Temprano en la mañana del domingo 18 de diciembre unos 100 vehículos militares estadounidenses con unos 500 soldados cruzaron la frontera de Irak para ingresar a Kuwait y terminar de esta manera la guerra que se inició un 20 de marzo del 2001.
La invasión de Irak se justificó bajo las acusaciones de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva y estaba listo a usarlas contra EUA e Inglaterra.
Igualmente, se acusó al régimen de Hussein de estar vinculado en los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2011.
Al cabo de poco tiempo se comprobó que los gobiernos de George W. Bush en EUA; Tony Blair en Inglaterra; y José María Aznar en España habían mentido abiertamente.
En el periodo que la precedió, portavoces de la administración como Dick Cheney y Condoleeza Rice hablaban de una campaña rápida, gloriosa, donde serían recibidos como héroes.
La realidad fue todo lo contrario: una guerra brutal, sin razón alguna, que repugnó al mundo
Imágenes como las de la tortura brutal de presos iraquíes en Abu Ghraib, por parte de inquisidores medievales con uniforme del ejército de EUA, han quedado grabadas en la memoria de los actos de infamia.
Duró la intervención 8 años y 8 meses. El costo humano se ha calculado en más de 105,000 iraquíes muertos (algunos dicen un millón).
La llamada Coalition of the Willing (Coalition de los dispuestos), sufrió alrededor de 5,000 muertos y más de 30,000 heridos muchos totalmente incapacitados.
Igual, Irak sigue en gran estado de destrucción.
Se calcula que el daño superó los US$800 mil millones.
Fue esta guerra la metida de patas a nivel internacional más garrafal del gobierno de EUA en toda su historia.
Fuentes varias
