Laura PoitrasPara los que han seguido de cerca el caso de Edward Snowden, el filtrador que tiene a la defensiva al gobierno de EUA al divulgar la existencia de programas masivos de espionaje, el nombre del primer periodista que viene en mente es Glenn Greenwald, cuya primicia en The Guardian reventó la noticia.

Pocos conocen a Laura Poitras, directora de documentales, que jugó un papel clave en la filtración de información secreta del gobierno de EUA más importante en más de medio siglo.

Peter Maass publica un extenso reportaje sobre ella en la revista del New York Times.

Dice que inicialmente Greenwald ignoró los correos molestos y complicadosde Snowden, lo cual llevó al filtrador a contactar a Laura Poitras.

Snowden sabía que ella estaba haciendo un documental sobre los programas de vigilancia, y ella utilizó su experiencia en la tecnología de encriptación para iniciar con él un diálogo, que finalmente condujo a que Greenwald se interesara en el asunto.

El primer paso, dice el Times, fue crear frases de seguridad impenetrables.

“Suponga que su adversario es capaz de un billón de suposiciones por segundo”, escribió el desconocido. En poco tiempo, Poitras recibió un mensaje cifrado que destacó una serie de programas de vigilancia secretos dirigidas por el gobierno. Ella había oído hablar de uno de ellos, pero no los otros. Después de describir cada programa, el desconocido escribía una versión de la frase: “Esto lo puedo demostrar”.

Laura Poitras había producido una serie de controvertidos documentales sobre Irak y Abu Ghraib, lo cual le ha merecido un puesto en las listas de vigilancia de EUA y  decenas de interrogatorios en aeropuerto.

La nota en el Times detalla sus primeras reuniones con Snowden y lo que ha acontecido desde entonces.

“Nuestras vidas nunca volverán a ser lo mismo”, comenta Poitras.

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