Una nueva ley pasada por el congreso estatal de Arizona ordena a la policía a determinar el estatus migratorio de personas que no han sido acusadas de ningún crimen si existe una “sospecha razonable” de que sean indocumentados, informa Nicolas Riccardi en el LA Times.

Se anticipa que la gobernadora Jan Brewer firmará la ley, considerada como una de las más estrictas del país.

Indica que las mismas autoridades están divididas sobre la ley, “mientras que los sindicatos de la policía la respaldan, la asociación estatal de jefes de policía se opone, señalando que podría erosionar la confianza de inmigrantes quienes podrían ser testigos potenciales”.

“Grupos pro derechos de inmigrantes estaban horrorizados, alegando que Arizona podría convertirse en un estado policial” agrega el LA Times.

La ley, “requiere que los oficiales de la policía, si tienen una ‘sospecha razonable’ que alguien es un inmigrante ilegal, establezcan el estatus migratorio de dicha persona”. Muchos policías prefieren evitar el tema de la inmigración.

La ley es otra medida más que coloca a Arizona a la cabeza de la represión contra los trabajadores indocumentados. El jefe de policía del condado de Maricopa, Joe Arapaio, ha ganado fama nacional con su postura agresiva y sus redadas en las comunidades latinas.

Foto cortesía notsogoodphotography via flickr

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