Además, más de 30 citaciones a colaboradores y empleados del expresidente
El Comité Judicial del Senado tiene planeado llevar a cabo una investigación sobre las afirmaciones hechas por un ex fiscal federal de alto rango en el sentido de que Donald Trump intentó entrometerse en su oficina, utilizando al Departamento de Justicia para protegerse y perseguir a sus enemigo.
Geoffrey Berman, quien fuera fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York hasta mediados de 2020, cuando fue despedido por Trump, expresó sus acusaciones en un nuevo libro, extractos del cual fueron publicados por The New York Times a principios de este mes.
El Senador Richard Durbin (D-IL), presidente del Comité Judicial del Senado, en una carta al Fiscal General Merrick Garland, anunció la intención del organismo de investigar las presuntas “asombrosas e inaceptables desviaciones de la misión del departamento de buscar justicia imparcial”. Luego, en entrevista con Rachel Maddow de MSNBC el lunes por la noche, Berman se negó a comentar sobre la legalidad de las acciones de Trump. “Pero puedo decirles que violó todas las normas y tradiciones del Departamento de Justicia, que se supone es independiente de la política”, dijo. “Trump convirtió el departamento en su propio bufete de abogados personal”.
Por otro lado, informa CNN que redada de citaciones sorprendentemente amplia contra más de 30 exfuncionarios y asesores de campaña del expresidente Donald Trump representa la seriedad de la investigación criminal del Departamento de Justicia sobre los eventos que rodearon la insurrección del Capitolio el 6 de enero 2020.
Este nuevo frente de la justicia en su acecho a Trumpo, que se hizo públio el lunes 12 de septiemebre, muestra que si bien Trump puede lograr retrasar la investigación separada sobre la retención de información clasificada en Mar-a-Lago, su posible exposición a consecuencias legales es profunda y cargada de peligro para el ex presidente. Trump no ha sido acusado de ningún delito en ninguna de las investigaciones. Pero las citaciones muestran que la investigación del Departamento de Justicia, que se ha desarrollado entre bastidores durante meses y ha provocado que los críticos de Trump expresen su frustración con el fiscal general Merrick Garland, es mucho más amplia de lo que anteriormente era de conocimiento público.
