Al nacer, el cerdito llamado Leon Trotsky sufrió el peso entero de su madre que le cayó encima y aplastó las piernas. Así fue a dar a Edgar Mission, un refugio de animales en Victoria, Australia. No hubo otra sino construirle un par de ruedas miniatura que le dio movilidad y lo ha mantenido junto a Frostie, la cabrita que también tiene la misma prótesis.
Gracias: Lori Dorn, Laughing Squid
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