Por si fueran poco las ratas, cucarachas, chinches de cama, mapaches con rabia del Parque Central y coyotes en los suburbios, en New York también es posible encontrar una serie de enfermedades sobre las cuales no se escucha desde épocas bíblicas.

Se debe, explica el Huffington Post, a los millones de personas que cada año llegan a la Gran Manzana trayendo consigo exóticas enfermedades. Por ejemplo, dice, cada año varias personas contraen lepra en New York.

La semana pasada, agrega, las autoridades de salud anunciaron que tres personas fueron diagnosticadas con cólera, enfermedad que parecen haber contraído en la República Dominicana.

Y, aunque suene medieval y europeo, la plaga bubónica que llegó a New York en el 2002 venía del estado de Nuevo Mexico.

Básicamente, cualquier enfermedad que exista en cualquier rincón del planeta, tarde o temprano va a llegar a New York. Esa parece ser la distinción que trae ser la capital del mundo.

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