Los trucos de TrumpReproducimos con la amable autorización de su autor, Jonathan Swan, esta nota publicada en inglés originalmente en Axios bajo el Título  “Scoop: World leaders turning Trump tricks against him”Presenta valiosas anécdotas y análisis sobre lo que acontece en las reuniones y las mentes de individuos que toman decisiones que afectan las vidas de millones de seres humanos.

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Los líderes del mundo están aprendiendo a usar con el presidente Trump sus propios y predecibles trucos de negociación. El ejemplo más vívido de ello, según Axios se ha enterado, acontece cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, se jactó ante Trump de que le estaba robando las técnicas en su libro “El arte del trato”.

La escena: Reclinados ​​en sillones de cuero blanco durante su reunión bilateral en el marco de la Cumbre de la OTAN en Bruselas, Trump y Macron pronto pasaron a lo inevitable: El tema de la intensificante guerra comercial entre EUA y Europa.

  • Trump, después de golpear a los europeos con tarifas sobre el acero y el aluminio, se ha sentido frustrado por la retribución de la Unión Europea. Los europeos han diseñado tarifas que persiguen infligir el mayor dolor político posible a Trump, apuntando hacia la industria del bourbon de Kentucky, las motocicletas Harley Davidson, y los emblemáticos jeans de la marca Levi de Estados Unidos.

Durante su tête-à-tête, Trump le sugirió a Macron que le dijera a la Unión Europea que debería negociar con EUA, según indicó una fuente familiarizada con la conversación.

Macron respondió que no, en realidad él no estaba a favor de negociar bajo amenaza.

  • “Leí el Art of the Deal”, le dijo el presidente francés a Trump con una sonrisa. “Sé que debemos tomar represalias primero, así tendremos algo de influencia en la negociación”.

¿Por qué es importante? Al igual que muchos líderes extranjeros, Macron ha aprendido que el único lenguaje que entiende el presidente de EUA es el lenguaje transaccional sin matices de la negociación y una proyección clara de la contudencia. Es por ello que Trump se siente atraído por los hombres fuertes y menosprecia a quienes él considera “débiles” como Trudeau de Canadá (a quien Trump públicamente se refiere como “Justin”).

Lo que estamos escuchando: Un alto funcionario de la administración Trump compartió conmigo una anecdota que  ilustra esta parte de la mentalidad de Trump. Como se sabe, Trump se mantuvo pegado a la televisión cuando el ex director del FBI James Comey testificó ante el Congreso el 20 de marzo de 2017.

  • Trump nunca lo admitiría públicamente, pero le dijo a la gente después que estaba impresionado con la actuación de su némesis demócrata [el congresista por California] Adam Schiff. Trump detesta a Schiff y se refiere a él como un mentiroso espantoso. Pero le maravilló la dura e incisiva declaración de apertura deSchiff ese día.
  • .Pasados más de seis meses desde la audiencia, Trump le comentó a un asistente lo impresionante que consideraba que había sido la intervención de Schiff. “Era como septiembre u octubre del año pasado”, recordó una fuente que discutió el asunto con Trump. “Trump dijo, ‘¡Vi eso [la declaración de Schiff] y pensé que yo había cometido un crimen!'”.
  • “Le tiene respeto a los adversarios con los cojones para darle tal como él les da”, agregó la fuente.

Son los chinos quienes han asimilado mejor esta lección. Están librando una guerra comercial sin armisticio a la vista. Trump ha amenazado a los chinos con aranceles sobre más de US$500 mil millones en importaciones chinas; pero, como hemos informado, está jugando con candela. China está completamente preparada para tomar represalias y superar con su espera a EUA.

La conclusión: El presidente Xi está jugando el juego de Trump con una mano política muy superior. El líder chino disfruta de las ventajas del autoritarismo — “presidente vitalicio”, como Trump lo llama con admiración.

  • A diferencia de Trump, Xi no tiene que preocuparse por molestos obstáculos como el Congreso y las elecciones. Y aunque una guerra comercial causaría daño a ambas naciones, como escribieron mis colegas, un gobierno estatal puede hacer más para apuntalar artificialmente su economía que una economía capitalista.

Axios