Una sequía seguida de lluvias entre el 1211 y el 1225 en Mongolia creó las condiciones óptimas para la expansión del imperio que fundó Gengis Kan y aterrorizó al resto del mundo.
Esto lo indica un análisis de los anillos en los troncos de árboles en Mongolia central.
Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences sostiene que un periodo prolongado de sequía culminó en el 1211, iniciando años de lluvias que trajeron fertilidad poco vista en las estepas.
Toda ello, dicen los investigadores, permitió alimentar los caballos con que se desplazaron los conquistadores.
“No fue el único fenómeno, pero debe haber creado las condiciones ideales para que surgiera un líder carísmático de entre el caos, desarrollara un ejército y concentrara el poder”, dice un experto.
El imperio de Kan, quien murió en 1227 fue desde Corea, a China, Rusia, Europa Orienta, India y el sudeste asíatico.
Imágenes via Wikipedia
