Nieta recuperada, ElMolinoonline.comEl robo de unos 500 bebés, luego del asesinato de sus padres por parte de los militares que tuvieron el poder en Argentina de 1976 a 1983 es un desgarrador capítulo en la historia de un periodo de enorme sufrimiento humano.

Los esfuerzos incesables de los familiares de los desaparecidos — madres, abuelas, hermanos — de encontrar a los suyos continúan hasta la fecha.

Victoria Montenegro, de 35 años, fue una de estos bebés y su historia es el tema de un artículo por Alexei Barrionuevo en el New York Times.

Victoria Montenegro es una mujer fuerte que lleva a cuestas un dolor enorme.

Explica el Times que a Victoria Montenegro la adoptaron en casa del teniente coronel del ejército Hernán Tetzlaff — el hombre que había secuestrado, torturado y asesinado a sus padres cuando ella tenía 13 días de nacida.

Victoria Montenegro — que al ser adoptada en la casa del teniente coronel Tetzlaff creció bajo el nombre e identidad legal de María Sol — recuerda al teniente coronel en la mesa contando sus hazañas contra los subversivos y creció viéndolo como un héroe.

Dice que el coronel impartió una “fuerte educación ideológica”. La llevaba al centro de detención donde lo escuchaba discutiendo “cómo habían matado y torturado gente”, dijo al Times.

Ella pensaba que todo era parte de una guerra en que los militares habían actuado como heroes y salvado la patria, dice.

Aceptar la realidad, proceso largo, doloroso y que dio un vuelco total a su vida, comenzó con el juicio al teniente coronel Tetzlaff por crímenes cometidos.

Luego, una prueba de ADN confirmó que ella era hija de los desaparecidos Hilda y Roque Montenegro.

Finalmente vino la confesión del mismo coronel ante ella y su marido.

Ella no quería creerlo, dice. Pero al mismo tiempo seguía pensando que había sido necesario. Incluso visitó al teniente coronel Tetzlaff en la cárcel hasta su muerte en el 2003.

Poco a poco, ella ha ido aceptando y descubriendo su nuevo identidad. Usar su nombre de pila, Victoria, ha sido algo liberador, dice.

Dice el Times que el robo de bebés no tuvo lugar bajo otras dictaduras militares en el continente, como la Chile en sus 17 años. Una de las razones, dice, fue el papel de la iglesia católica.

Mientras que en Argentina la iglesia en su mayoría apoyó la dictadura militar, en Chile se enfrento al gobierno del general Augusto Pinochet e intentó denunciar los crímenes contra los derechos humanos.

En Argentina la iglesia ayudó a falsificar los papeles de adopción. “Creían que estaban haciendo algo cristiano al bautizarnos y permitir que fuéramos mejores personas que nuestros padres. Pensaban que nos estaban salvando la vida”.

Artículo en inglés

 

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