Conocimos a Marc McAndrews por una nota que publicó el blog Lens del New York Times sobre su nuevo libro sobre los burdeles de Nevada, único estado en EUA donde la prostitución es legal.

Nos comunicamos con él por correo electrónico para solicitar permiso de reproducir algunas de sus magníficas fotografías.

No sólo muy amablemente accedió sino que, además, se tomó el tiempo de responder a algunas preguntas sobre su experiencia.

Así condujimos esta entrevista electrónica a Marc McAndrews, autor de Nevada Rose.

EL MOLINO: Tengo entendido que nunca habías visitado un sitio como éste. ¿Qué te intrigó para que fueras? ¿Qué esperabas y en qué manera te cambió?

Marc McAndrews: ¡Muchas gracias! La primera vez que escuché sobre los burdeles yo me encontraba en un motel de Lovelock, Nevada. Había un grupo de motociclistas que regresaban de una reunión en Sturgis, Dakota del Sur. Encontré un par de ellos sentados afuera de su habitación en el motel y me les acerqué para pedir permiso de fotografiarles pero llegaron sus amigos y terminamos todos bebiendo y parrandeando en su habitación todo el fin de semana.

En un momento durante el fin de semana una de las mujeres me preguntó si yo había ido alguna vez a un burdel.

Nunca lo había hecho y me despertó el interés así que al regresar a New York le dije a mi agencia que tenía planeado visitar y tomar fotos de los burdeles de Nevada. Unos meses después hice mi primer viaje allí.

Yo esperaba encontrar una escena deprimente.

Inocentemente imaginé pequeñas casetas escondidas en el desierto llenas de hombres y mujeres que vivían en gran parte marginados de la sociedad. Esperaba encontrar grandes cantidades de alcohol, drogas escasamente disimuladas y reglas casi sin implementarse. Como la mayoría de la gente, mi única familiaridad con los burdeles era a través del prisma de la prostitución ilegal o con las casas de cita de las películas.

En vez, lo que encontré fue una cultura muy estructurada. No habían chulos explotadores, las mujeres eran contratistas independientes y libres de tomar sus propias decisiones — algo muy lejos de la prostitución ilegal.

Las casas varían, dependiendo en qué parte del estado se encuentran. En la proximidad de las ciudades se llaman “casas de ciudad” y más lejos en el desierto “casas de campo”.

Las casas de ciudad por lo general cobran más y tienen una decoración más estilizada mientras que las casas de la ciudad dan una sensación más de hogar; paredes con paneles de madera, sofás más bajos. En las casas de campo la clientela es en su mayoría la gente del área, camioneros, mineros e individuos en tránsito; en las casas de ciudad la mayoría de los clientes son profesionales, turistas y gente que ha ido a ver una mujer en particular o las diversas actrices de porno que también trabajan en estos burdeles.

EL MOLINO: Muchos vinculan la prostitución con la explotación y la esclavitud sexual. ¿Fue ese el caso?

Marc McAndrews: Absolutamente no. Un aspecto positivo de la regulación es que ayuda a eliminar casos potenciales de explotación. No hace mucho se dio un caso en que un burdel usaba trabajadoras sexuales ilegales traídas de contrabando desde Asia por vía de Portland. La red fue descubierta a través de los exámenes físicos semanales que se requiere de las prostitutas.

Agrego, sin embargo, que el sistema actual no es ni perfecto ni equitativo. Las trabajadoras sexuales tienen que pasar exámenes semanales para asegurar la seguridad de sus clientes. Pero fuera del examen superficial que las mujeres realizan a los hombres (llamado un “DC”, en breve un “Dick Check” [chequeo de verga]) y el uso requerido de condones no hay ningún mecanismo existente que proteja a las mujeres de las enfermedades venéreas.

Incluso con estos problemas es sistema es infinitamente más seguro para la salud individual y pública que el sistema de criminalización. Desde 1986, cuando comenzaron los exámenes y a registrarse datos de los resultados, nunca ha habido un solo caso de VIH, lo cual lo hace la industria del sexo más segura en el mundo.

Mantener la prostitución ilegal en nada reduce la oferta y la demanda del sexo.

La criminalización empuja a la clandestinidad el mercado y fuera del marco de las protecciones legales, abriendo a convertirse en víctimas de la opresión.

EL MOLINO: ¿Cómo te sentiste estando rodeado de mujeres medio desnudas? ¿Pudiste separarte del tema del reportaje?

Marc McAndrews: Yo estaba allí trabajando, intentando lograr algo que nunca se había hecho, al tomar fotos de cada burdel legal; capturando las mujeres, los dueños, los clientes en cada aspecto de su mundo. Por lo general, las mujeres no estaban medio desnudas. Cuando estaban en “el piso” por lo general usaban vestidos reveladores pero no tenían mucha menos ropa de la que llevan las mujeres en un bar de alto categoría o un club de New York.

También, con el tiempo me sentí mucho más cómodo en los sitios y no me fijé que podrían estar vistiendo menos ropa que yo, de la misma manera que no me presto atención a otra gente que trabaja y viste uniformes.

No es la ropa — o falta de ella — la que las define, sino la interacción de uno con ellas.

Creo que debido a que fue un proyecto en que trabajé por tanto tiempo que ahora soy uno de los pocos “extraños” (quiero decir alguien que ni ha sido trabajador sexual, empleado o cliente) que han tenido una experiencia tan intensa que ahora tengo la oportunidad de compartir aquí mis experiencias. Pero en cuanto a trabajo me interesa mucho más la cultura estadounidense que el trabajo sexual o que la prostitución así que en ese sentido me separo del trabajo.

EL MOLINO: ¿Crees que la prostitución debería legalizarse en el resto de EUA?

Marc McAndrews: Es una pregunta difícil. En muchas de las grandes ciudades del mundo existen burdeles legales y el consenso general parece ser que ha ayudado a reducir la explotación y aumentar la seguridad de la salud pública. Sin embargo, hay una dimensión cultural … ¿Se beneficiaría EUA al legalizarse la prostitución y hacerla ampliamente disponible? ¿Cuál sería la reacción del público de EUA a un desafío tan radical a la actitud del Puritanismo Americano hacia la sexualidad? No tengo respuesta. Teóricamente tendría igual resultado que en otras naciones. Sin embargo no se puede saber sin que realice un experimento en un área menos rural y con mayor población del país.

EL MOLINO: ¿Tienes algunos proyectos interesantes que quieras compartir con nosostros?

Mac McAndrews: Tengo varios proyectos que he comenzado a trabajar pero todos están en las primeras etapas y por esta razón los mantengo guardados por el momento.

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