Editorial del New York TImes sobre caso Hershey'sEl vergonzoso incidente de los estudiantes extranjeros engañados por las compañías que los patrocinaron, obligados a trabajar en la chocolatera Hershey’s en Pennsylvania bajo deplorables condiciones, hasta que se organizaron y pararon sus labores es el tema de un editorial en el New York Times, del cual transcribimos extractos. 

“No fue un buen día para los esfuerzos del Departamento de Estado de promover una imagen positiva de EUA mediante intercambios culturales”, dice.

Señala que estudiantes de Turquía, China, Ukrania, Kazakhstan, Romania, Mongolia, Moldova, Polonia y Ghana vinieron al país con la visa J-1, que les autoriza a trabajar y viajar durante dos meses. Se trata de “permitir que practiquen inglés, se ganen unos pesos, y aprendan cómo son los EUA”, indica.

Es algo relativamente común, apunta.

Lo que el Times encuentra poco común es que estudiantes que pagaron entre US$3,000 y US$6,000 de golpe “se encuentren trabajando en un parque industrial, empacando chocolates y cargando cajas, muchos de ellos durante los turnos de la noche”.

El alquiler y otras cuotas les fueron descontados de sus cheques. “Dicen que cuando intentaron organizarse se les advirtió que dejaran de quejarse o se les expulsaría del programa”.

Lamenta el Times que,

“la responsabilidad por esta debacle es difícil de atribuir. Hershey’s dice que no es su problema porque la planta es administrada por otra compañía, que dice que usó una agencia de contratación para conseguirle trabajadores J-1. El Departamento de Estado usa una organización sin fines de lucro, Council for Education Travel, U.S.A. para manejar el programa J-1″.

La vida es dura en EUA, concluye el Times en el editorial. Largas horas en empleos duros con bajos salarios es algo familiar para los obreros de EUA. “Pero ningún trabajador debería tener que tolerar intimidaciones de los patrones ni amenazas de despidos (o en este caso deportaciones) si quieren organizarse. Es el tipo de ‘experiencia cultural’ que nos debe producir vergüenza”.

Editorial en inglés