Errores de la respuesta a MariaReproducimos, con nuestra traducción al español, apartes de una nota que publica el portal POLITICO, donde discute los grandes errores que han resultado en las innecesarias y posiblemente fatales demoras en el envío de ayuda a los damnificados del huracán María en Puerto Rico. 

Por Richard Parker, POLITICO — Casi dos semanas después de que tocara tierra el huracán María, es posible que la ayuda militar a Puerto Rico por parte del presidente Trump no llegue demasiado tarde si lograr salvar vidas y aliviar el sufrimiento de millones de personas. Pero es indiscutible que está llegando en cantidades demasiado pequeñas y demasiado lentas, en marcado contraste con las recientes respuestas a través del mundo y, más recientemente, en otros lugares de los Estados Unidos durante esta temporada de huracanes.

En los últimos años, el ejército de EUA ha realizado al pie de la letra operaciones en Pakistán, Japón, Tailandia y Haití, haciendo llegar enormes cantidades de ayuda después de devastadores terremotos y huracanes en esos países, sin importar lo agreste del terreno ni las condiciones de aislamiento. Hace sólo unas semanas, la respuesta militar al huracán Harvey en Texas fue rápida y poderosa. En preparación para el huracán Irma, la administración Trump había ordenado nuevamente una extensa operación militar de socorro.

Pero cuando el huracán María golpeó con toda su fuerza varios días después — precisamente tal como se había anunciado y en escala similar a Harvey — los militares estadounidenses simplemente suspendieron los enormes recursos que habían reunido para el huracán Irma. Un contingente militar insuficientemente pequeño fue abandonado durante casi dos semanas para que por cuenta propia ayudara con la destrucción. Si existió un plan para el alivio de desastres no fue públicamente aparente. Y el comandante en el terreno, crucial en una crisis de esta magnitud, no fue designado sino hasta casi 10 días después de que golpeara.

El mismo general de tres estrellas que rectificó la desastrosa respuesta federal inicial al huracán Katrina en 2005, Russell Honoré, ahora retirado del Ejército dijo. “Estamos repitiendo una escena de Katrina”, dijo respecto a María el jueves en la Radio Pública Nacional. “Empezamos a movernos alrededor de cuatro días demasiado tarde.” Eso parece excesivamente generoso.

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La administración Trump ha buscado desesperadamente, de cambiar la asignación de culpa y afirmar que fue una sorpresa, aunque un golpe directo había sido pronosticado días antes. Más tarde, el teniente Jeffrey Buchanan, comandante con tres estrellas de las fuerzas terrestres de  en el Comando Norte, incluso afirmó que el efecto del huracán no era previsible. Nuevamente, palabras sospechosamente defensivas. Si los militares no pensaban que María era algo serio, ¿por qué evacuó su propio avión en la isla y se marchó a Guantánamo?

Para los militares, María puede ser una mancha singular sobre un historial noble y cristalino construido salvando vidas y no terminándolas. El gobierno de Trump debe rendir cuentas seriamente. Ello porque para millones de concuidadanos estadounidenses en el Caribe esto es algo serio, si no mortal. Artículo en inglés