Cacería de brujas, o sistemática violación de las leyes. Esas dos opiniones mutuamente exclusivas dividen al público estadounidense y se discuten de arriba a abajo en la sociedad — desde las reuniones entre familiares y amigos, a los medios y redes sociales, donde las posiciones parecen inmutables.
En noviembre de este año, podrían ser un factor determinante en el resultado de las elecciones que decidirá los 435 representantes en la Cámara y un tercio de los 100 senadores.
Lo que se acecha a Trump. La investigación sobre Rusia. Los documentos de Michael Cohen, ex abogado y hombre de confianza del presidente cuyos archivos fueron incautados en redadas por las autoridades y, luego de declararse culpable de diversos crímenes en los que implica al presidente, podría estar a punto de hacer pública más información confidencial.
Dos mujeres con juicios que avanzan en contra de él. Karen McDougal, modelo de Playboy con quien Trump presuntamente tuvo un romance poco después de que naciera su hijo menor; y Stormy Daniels, estrella de porno representada por Michael Avenatti, un combativo, elocuente abogado con aspiraciones políticas.
Ya poco se comenta el hecho de que el presidente del partido republicano, autoproclamado defensor de los valores familiares tenga relaciones con estrellas de porno o “conejitas” de Playboy estando casado con una esposa y un recién nacido.
Otra mujer, Omarossa Managault Newman, quien durante años fuera muy cercana a Donald Trump en sus días de estrella de TV realidad, quien trabajó brevemente en la Casa Blanca. Ha hecho públicas grabaciones. Ha dicho que tiene video y lo que ha mostrado no es nada agradable para el presidente.
Esto es lo que enfrenta Donald Trump, dos días después del fatídico (para él) martes 21 de agosto, cuando a las 4 pm se supo que en New York Michael Cohen se había declarado culpable, implicando al presidente, y en Alexandria, Virginia, Paul Manafort, ex presidente de la campaña Trump 2016, había sido declarado culpable, en un juicio de enorme visibilidad por ser el primero en la investigación del fiscal especial Robert Mueller.
Según análisis de la Associated Press, “Gran parte de los peligros potenciales surgen de las investigaciones del fiscal especial Robert Mueller, de los fiscales en New York y de los juicios de las mujeres. Otros peligros surgen de Cohen, quien luego de implicar al presidente en crímenes de finanzas de la campaña ha dicho que gustosamente seguirá hablando”.
“Fake News” (o noticias falsas) y “witch hunt” (o cacería de brujas). Así ha respondido Trump a las acusaciones. Las repite por Twitter a veces hasta pasada la media noche, quizás ello indique cómo las preocupaciones le consumen.
En breve, un presidente que durante la mayor parte de su vida adulta se ha rodeado de aduladores y gente que le prometieron lealtad absoluta ahora no puede depender en ello. Le acecha una incognita, será el próximo en traicionarlo, cuándo, y con qué.
Eso es lo que se vive hoy día en la Casa Blanca.
