VWEl escándalo que envuelve el Grupo Volkswagen va más allá de Alemania, e incluso más allá de la Unión Europea, escribe Carlo Bastasin en Brookings.

El hecho de que los gerentes de grupos de automóviles hayan logrado hacer trampa en las pruebas de emisión de 11 millones de autos distribuidos en varios países pone en cuestión la capacidad de los poderes públicos de regular la industria y servicios a nivel mundial. La idea de que la capacidad de regulación y supervisión se encuentra al centro del funcionamiento adecuado de una economía global es el verdadero punto de contención en los dos acuerdos comerciales importantes en negociación: Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) y el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP).

Esos dos acuerdos, si tienen éxito, formarán la plataforma legal de la economía global del futuro.

La nota agrega que existen varios ejemplos de la debilidad de supervisión que existe en la Unión Europea. Quizás el más obvio, agrega, ha sido la epidemia de la enfermedad de las vacas locas, donde las autoridades inglesas básicamente permitieron que los productores alimentaran a las vacas con proteína animal para acelerar su crecimiento. Europa no intervino sino hasta que se alcanzaron niveles intolerables.

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Foto cortesía Jara Guzmán via flickr

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