Desde hoy National Geograghic Channel presentará un programa dedicado exclusivamente a revivir la década del Pac-Man, el TDK virgen y las obleas Tubby. Se llamará, simplemente, Los ’80, y estará narrado para la Argentina por el ex reportero de CQC, Andy Kusnetzoff. Como si se tratase de un producto televisivo que viene a seguir amamantando a un público que no quiere dejar la teta de esa década, y que insiste en subirse a un DeLorean alucinatorio para emprender un viaje regresivo y nostálgico a esos años imposibles, Nat Geo se embarcará en una odisea retro que incluirá entrevistas a superestrellas de la música y el cine, los negocios, las nuevas tecnologías, los medios y la política internacional.
El especial, compuesto por 10 episodios de una hora (dos episodios estreno por día), contará con la opinión y el análisis de sus propios protagonistas, sobre las figuras, las decisiones y los inventos que definieron el futuro y cambiaron las reglas del juego para siempre, destacando las devastadoras catástrofes, los avances tecnológicos y los momentos futbolísticos más memorables de la década. Así, repasará esde íconos del deporte como Ayrton Senna, Martina Navratilova, Diego Maradona y Mike Tyson, hasta la explosión nuclear de Chernobyl y la caída del Muro de Berlín.
También se podrá ver el testimonio de importantes figuras internacionales, celebridades y personajes que fueron noticia en ese momento, como es el caso de Steve Wozniak, un capo absoluto de la alta tecnología, el magnate Ted Turner, el director de cine Oliver Stone, y acotres como Jane Fonda, Michael J. Fox y David Hasselhoff, entre otros.
La serie presentará, además, a personas que inesperadamente y sin quererlo hicieron historia, entre ellos: Patrick Jephson (primer y único secretario privado de la princesa Diana), el piloto alemán Mathias Rust (que aterrizó su avión en la sagrada Plaza Roja soviética), Michael Rosenblatt (descubridor de Madonna) y Vincent Paterson (asistente de coreografía de Michael Jackson).
Durante cinco días consecutivos, Los ’80, programa armado con una producción global pensada para que llegue a 171 países en 38 idiomas, promete deleitarnos en la pantalla chica con un producto apto para todo público, pero sobre todo apto para toda una generación que creció bajo los goles de Maradona a los ingleses, el extraterrestre de peluche Alf y la púa del combinado puesta en el disco Thriller.
Juventud en marcha
En los últimos años, tanto el cine como la televisión volvieron a regurgitar los tópicos de una generación a la que sólo le interesaban el sexo, la música, los amigos y los caramelos Fizz. Con guiños a la década de la tecnología analógica, el cine de Hollywood, por ejemplo, no ha parado de volver, una y otra vez, al decenio más aletargado y “forever young” de la historia del séptimo arte. ¿Estrategia de marketing? ¿Demanda de nostálgicos empedernidos que se niegan a crecer? ¿Puro negocio del sector más carnívoro de la industria del pochoclo? ¿Consecuencia lógica de un sistema que impone a cada rato la idea tentadora e irrealizable de la juventud eterna, del enamoramiento perpetuo, de la felicidad más plena y extensiva, de la fetichización de la juventud? Vaya uno a saber.
Si bien para muchos la vuelta a los años en los que se masticaba chicle Jirafa no pasa de ser un fenómeno de moda más, lo cierto es que si uno se fija en la oferta de los programas y guías semanales de cine, se encontrará con la continua aparición de propuestas con referencia al zeitgeist de los ’80. Gran parte del cine mainstream actual (además de la publicación de libros, eventos, fiestas temáticas, ciclos de cine, publicidades, series, homenajes y recitales) y, en menor medida, la televisión (recuerden la tira Graduados, que emitía Telefé el año pasado y que actualmente repite la señal Cosmopolitan TV de lunes a viernes a las 21), experimentan, una vez más, la sensación de estar viviendo en los años en los que se comía chocolate Tofi, se usaban pines en la ropa y se llevaba raros peinados nuevos.
Los ’80 están entre nosotros nuevamente, y, a fuerza de jopos y permanentes, hay que reconocer que su cultura caló muy hondo en la sensibilidad de los jóvenes de entonces y de ahora. Con la computadora personal primero, y el CD y el lanzamiento del primer transbordador espacial de la NASA después, Los ’80 viene dispuesto a saciar el corazón de telespectadores sedientos por más imágenes y relatos y experiencias que le recuerden los años en los que se usaban pantalones Angelo Paolo y Reagan se desempeñaba como presidente del país más poderos del mundo, mientras de fondo sonaba el Take my breath away de Berlin y los últimos ladrillos del muro de Berlín, justamente, se caían a pedazos.
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