El presidente de EUA Barack Obama tiene un mensaje para los padres de menores de edad centroamericanos que están intentando ingresar sin documentos a EUA: “No envíen a sus hijos porque los vamos a deportar”.
Informa Julia Preston en el New York Times que el primer mandatario pedirá US$2 mil millones para fortalecer el patrullaje de la frontera con México, aumentando también el poder de los funcionarios del servicio de inmigración.
Pedirá revisiones en los procedimientos de la inmigración para agilizar las deportaciones, medida que ya está vigente para los recién llegados.
“No envíen a sus hijos a la frontera”, dijo en una entrevista la semana pasada. “Si alcanzan a llegar, los vamos a devolver. Lo más importante es que puede que ni siquiera lleguen”.
Muchos de estos 40,000 o más niños han huído la violencia en Centroamérica o intentan reunirse con sus familiares que ya viven en EUA.
Al mismo tiempo que el presidente anunciaba las nuevas medidas, activistas pro derechos de inmigrantes se movilizaban pidiendo menos deportaciones.
Las protestas fueron “pequeñas pero apasionadas” y tuvieron lugar en unos 40 lugares en 23 estados.
