Manolo BlahnikSubirse a sus zapatos es mejor que el sexo, dijo Madonna, y Jennifer Aniston eligió gamuza marfil para el diseño que le pidió a Manolo Blahnik para su boda con Brad Pitt.

Así de exclusivos, de adictivos y espectaculares son los zapatos del español, radicado hace más de 40 años en Londres y que entre ayer y hoy recibió dos de los mayores premios de la moda europea. El martes cumplió 70 años y Gran Bretaña le entregó un premio honorífico a toda su carrera, el British Fashion Award, horas antes de que en su país natal se le concediera el Premio Nacional de Moda 2012, que consta de 30 mil euros en reconocimiento a la “trayectoria de uno de los creadores españoles más universales”, dijeron los organizadores.

“Nunca ha estado sujeto a las tendencias pero siempre las ha transcendido, fiel a sí mismo hasta el punto de convertir su nombre en un sustantivo que forma parte del lenguaje de la moda: manolos. Siempre ha acompañado sus trabajos de referencias constantes al mundo de la cultura”, agregaron en el discurso. Manolo agradece, con su elegancia de moñito a cuadrillé y sus declaraciones imperecederas.

“Me encanta lo exagerado y lo excéntrico, pero tienes que estar cómodo. Si no, es una tontería. No hay nada de encantador en una mujer que no puede caminar con sus zapatos”, dijo hace poco en una entrevista con el periódico The Guardian. “No dejo de mirar hacia adelante y de pensar en nuevos desafíos, pues esto es lo que me mantiene vivo. Si miro hacia atrás me siento asustado, no feliz”, aseguró.

El premio español también reconoce “la exquisitez artesana de su obra”, ya que Blahnik colabora con “pequeñas fábricas en distintas partes del mundo que trabajan diversos aspectos de su producción y ha dado un eco internacional a una industria tradicionalmente española”, dijo el jurado. Nacido en Santa Cruz de la Palma en 1942, Manolo estudió arquitectura y literatura en Ginebra y arte en París, hasta que en los ’70 comenzó a desarrollar su trabajo en el mundo de la moda. “Mi amiga Paloma Picasso me puso en contacto con la editora de la revista Vogue de Estados Unidos (Diana Vreeland) y, cuando le enseñé mis dibujos, comentó: ‘Por favor, haga zapatos’, y hasta hoy”, cuenta el zapatero. En 1973 abrió Zapata, su primer local de zapatos en Old Church Street Chelsea, Londres y en 2007 la reina Isabel II le otorgó el título honorario de Comandante de la Orden del Imperio Británico por su servicio a la industria de la moda en el Reino Unido.

Entre sus fuentes de inspiración, Manolo nombra el cine de Visconti, la obra de Goya, Velázquez, Zurbarán, El Greco. “Me encanta el cine y la literatura. El primer recuerdo que guardo de unos zapatos se remontan a una Marlene Dietrich caminando sobre unos tacones altísimos”, dice.

Desde sus inicios hasta hoy ha creado 20 mil pares de zapatos, diseños que nombra como lo que son: obras de arte. Un par de Manolos cuestan entre ochocientos y seis mil euros, realizados con piedras semipreciosas, tejidos exclusivos y temrinados a mano. Entre las fanáticas de sus creaciones están, Salma Hayek, Kate Moss, Julia Roberts, Winona Ryder, Carolina Herrera, Sarah Jessica Parker. ¿Si conoce a la mujer de los pies perfectos? Manolo dice que sí: Raquel Welch. “Una noche, durante una cena, una persona puso su pie sobre mi plato y, después de 30 años sin verla, la reconocí por sus perfectos pies”.

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Foto: Página del diseñador

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