La PlageSi se encuentra en una playa pública en Suecia y siente cosquillitas donde sabemos — ese tentador y sabrosón llamado de la carne — y decide cometer un acto de onanismo, conocido vulgarmente como “una pajita”, estará observando la ley siempre y cuando no “la dirija contra nadie en particular”.

Ese fue el fallo de un tribunal en la nórdica nación sobre el caso de un caballero con 65 primaveras a cuestas y quien sencillamente no pudo esperar para darse ese particular gusto, informa Adam Withnall en The Independent.

Había sido detenido con los calzones abajo, y la mano en la masa en una congestionada playa pública.

Pero como no se pudo establecer si alguien le había inspirado, entonces le han puesto en libertad.

El fallo significa que básicamente los suecos pueden hacer sus cochinadas individuales en público siempre y cuando lo hagan discretamente.

“La conclusión es que está permitido masturbarse en la playa”, dijo el fiscal del caso.

Pero ojo: antes de hacerlo tenga en mente que todavía le pueden formular cargos por conducta desordenada.

Artículo en inglés

Foto cortesía de News Oresund via flickr