“Charcos de sangre tiñen el patio de la escuela en la ciudad norteña de Beit Hanoun, en medio de llibros y otras pertenencias esparcidas. Una quemada grande marca el lugar en que golpeó uno de los proyectiles de tanque. Decenas de personas, entre ellas niños fueron llevados a un hospital cercano, mientras las sirenas gemían”.
Así describe CBS News la escuela de la ONU donde murieron por lo menos 15 niños que se habían refugiado del los cruentos choques con la esperanza de que no los fueran a matar.
Entrado el décimoséptimo día de combates, el saldo ha alcanzado 751 palestinos muertes en su mayoría niños y civiles. Israel ha perdido 32 soldados y dos civiles.
Los heridos se cuentan en los miles, los desplazados por decenas de miles.
Hamas, el grupo islamista que controla la franja de Gaza, ha disparado unos 2,000 cohetes contra Israel, que mediante una ofensiva terrestre la semana pasada busca desarticular estos cohetes y destruir túneles desde donde los combatientes de Hamas pueden ingresar a Israel.
Israel ha dicho en repetidas ocasiones que intenta a toda costa evitar las bajas a civiles y que Hamas se escuda entre civiles. Hamas, y otras organizaciones de derechos humanos internacionales, dice que Israel ha cometido crímenes de guerra y que no tiene el menor respeto por los civiles.
Israel ha dicho haber logrado sus objetivos militares y estaría dispuesto a discutir un cese al fuego, pero Hamas exige que se levante el bloqueo que por siete años ha impuesto Israel contra Gaza, una franja costera de 362 km2, considerada uno de los peores sitios en el mundo para vivir, y donde viven en la miseria 1.8 millones de palestinos.
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