Por más que afirme que es asunto privado, y que no debe ni un centavo, la idea de que Newt Gingrich haya gastado hasta US$500,000 en la exclusiva joyería Tiffany se ha convertido en una carga política que le puede causar un daño irremediable a su candidatura por la nominación republicana, escribe Sheryl Gay Stolberg en el New York Times.
Desde que Politico publicó la noticia sobre las joyas del antiguo presidente de la cámara de representantes de EUA, Gingrich ha dicho que el saldo está cancelado, que él vive una vida frugal, y que de todas maneras es su vida personal.
Pero, dice el Times, eso no ha puesto fin al asunto. “Como presidente de la cámara, Gingrich predicó las virtudes del conservadurismo fiscal; ahora se esfuerza por explicar cómo el gasto de grandes cantidades en joyas encaja dentro de esa filosofía. Y mientras que un representante de Tiffany confirmó el martes que Gingrich había cancelado el saldo en su totalidad, sin pagar interés, tener que dar explicaciones por una factura de seis dígitos en joyas es escasamente lo que necesita su campaña, en una época en que muchos estadounidenses están sin empleo o han perdido sus hogares”.
El Times examinó fotografías de Calista, la esposa de Gingrich, en varios eventos sociales, portando diamantes aparentemente de Tiffany, que de ser auténticos se venderían por decenas de miles de dólares.
Dice que en Iowa, donde tendrá lugar la primera elección primaria del partido republicano, Gingrich ha atraído audiencias nutridas. Sin embargo, la página The Iowa Republican fustigó al candidato. “No creo que jamás logre superarlo”, dice un activista republicano. “En Iowa no hay muchas casas que valgan US$500,000, no podemos imaginar una deuda por esa cantidad — y mucho menos en joyas de lujo”.
Dice que por alguna razón comprar joyas a crédito no se siente igual que comprar una nevera o una lavadora nuevas.
Foto cortesía de tiffa130 via flickr
