Rolling Stone, la emblemática revista de periodismo de investigación, ha dicho que básicamente la ha cagado en su reportaje sobre una presunta violación por siete miembros de una fraternidad estudiantil en la Universidad de Virginia.
El artículo firmado por Sabrina Rubin Erdely y publicado la semana pasada sacudió la fibra de la prestigiosa universidad, resultando en la suspensión de las fraternidades (grupos de estudiantes) hasta el año entrante.
Ahora resulta que hay serias fallas en la crónica, principalmente el hecho de que no los autores de la nota no hubieran intentado contactar a los presuntos atacantes.
La versión de Jackie, nombre que dio la autora a la víctima de la presunta violación, puede no estar diciendo la verdad.
“Parece que existen discrepancias en la versión de Jackie y hemos llegado a la conclusión que no debimos depositar nuestra confianza sobre ella. Intentamos ser sensibles a la vergüenza y la humillación injustas muchas mujeres sienten después de un asalto sexual y ahora lamentamos la decisión de no ponernos en contacto con los presuntos agresores para obtener su cuenta. Estamos tomando esto en serio y le pedimos disculpas a cualquier persona que se ve afectada por la historia”.
Además de ser una enorme vergüenza para la revista, y posiblemente tenga serias repercusiones para la autora, muchos temen que el resultado de esto puede ser lesivo para las mujeres que denuncian violaciones en las universidades, algo que es un problema a nivel nacional.
La revista no cuestiona la violencia sexual contra las mujeres en la universidad, ni tampoco que muchas mujeres prefieren no decir nada para no ser marginadas, sino la falta de rigor profesional al reportar la crónica.
