Philip W. d. Martin, periodista investigativo basado en Boston, compara un una columna en The Root el caso de Amanda Knox con el de Charles Stuart, en Boston, más de 20 años antes.
Y no se una acusación heroica, es sobre la mentira con que Amanda Knox arruinó la vida de un hombre que la había acusado.
“No olvidemos que en el proceso hacia su exculpación”, dice recordando que la joven pasó cuatro años presa por un crimen que presuntamente no cometió, “Ella culpó a un hombre de raza negra inocente por el crimen que se le acusaba”.
Diya “Patrick” Lumumba, congolés, residente de Perugia fue dueño de un bar llamado Le Chic, dice.
El contrató a Knox a medio tiempo como mesera.
Cuando las autoridades la acusaron del asesinato de Meredith Kercher en el 2007, “Ella acusó a Lumumba. Fue detenido rápidamente. Es algo que hemos visto en previas ocasiones. Antes de Amanda Knox, hubo Charles Stuart”.
Explica el caso que sacudió Boston en 1989.
Carol y Charles Stuart, un matrimonio blanco que presuntamente venía de un curso prenatal una noche, se han perdido y terminado en un “área peligrosa de la ciudad” — es decir cerca de un complejo de vivienda afroamericano.
Supuestamente fueron atacados por un ratero de piel oscura, que se apareció de la nada mató a Carol Stuart e hirió de un disparo a Charles.
Así narró el episodio Stuart a la policía y ocupó todos los titulares.
Luego se sabría que Stuart había asesinado a su esposa y, al descubrirse su mentira, se suicidó saltando de un puente.
Pero esto tuvo lugar, “Solo después de que docenas de hombres de raza negra fueron detenidos e interrogados; luego de que centenas de viviendas sufrieron redadas; solo después de que un hombre africano-americano había sido detenido y encarcelado bajo sospechas de asesinato; y luego de que las relaciones raciales en una comunidad de por si tensa racialmente habían llegado al extremo por las emociones crudas que despertó el trágico asesinato de una joven mujer y su bebé por venir al mundo”.
En conclusión, dice el columnista en The Root, Knox debe disculparse ante Lumumba que escasamente puede ganarse la vida, arruinado por la mentira de la joven estadounidense.
Amanda Knox regresa como heroína a EUA y lo más seguro es que salga inmensamente rica tras esta experiencia.
“Pero jamás podrá ser heroica ante los ojos de las personas que injustamente han sido acusadas de los crímenes de otros. Por lo general tienen amargura y resentimiento. Algo, que entre todas las personas, Amanda Knox debe comprender muy bien”.
