Informan Wiliam Kazer y Li Jie en un blog en The Wall Street Journal sobre lo que podría considerarse la meada más afortunada en tiempos recientes.
Cuando Xu Yuanguang, de 29 años, regresaba a casa del trabajo, sintió una necesidad fisiólogica.
Como es común en su patria, paró su moto al lado de la carretera y orinó.
Fue en esas que vio una estatuilla de unos 10 cm de alto por 18 de largo.
Sucedió cerca de la ciudad de Chengdú, y se cree que podría ser una tumba de la época de la dinastía Song hace más de un milenio.
El caballero la ha entregado al departamento de asuntos culturales, que en agradecimiento le ha presentado un certificado.
Imagen via WSJ
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