Foto prisiónNo podemos dejar de comparar estas dos notas sobre prisiones en Suecia y EUA.

Escribe Richard Orange en The Guardian que en Suecia están cerrando cuatro prisiones y dos centros de detenciones porque no tienen suficientes presos para llenarlas.

Dice que entre el 2011 y el 2102, se registró en el país una reducción en el número de reos y se anticipa lo mismo este año. La razón, indica, parece ser mayor enfoque en la rehabilitación y menos sentencias por crímenes de drogas.

Contrástese lo anterior con la nota que publican Saki Knafo y Ryan J. Reilly en The Huffington Post sobre 32 personas que se pudren en la cárcel sin posibilidades de jamás salir por crímenes no violentos en violación de las leyes contra los narcóticos.

Reseñan el extenso informe de la American Civil Liberties Union sobre uno de los segmentos de crecimiento más rápido en la población carcelaria de EUA: aquellos presos condenados a prisión perpetua sin posibilidades de obtener libertad condicional — o LWOP por sus siglas en inglés.

El informe atribuye este aumento en parte a la existencia de leyes con sentencias mínimas mandatorias y otras medidas punitivas antidrogas impulsadas por legisladores quienes en los años 80s y 90 querían presentarse como “duros contra el crimen”.

Fuera de la sentencia a muerte, LWOP es la más severa del sistema de presidios, dice.

Señala que para el 2012, 3,278 prisioneros cumplían sentencias LWOP por crímenes de drogas o propiedad en que no hubo violencia.

Llegarían a ser hasta el 6% de la población LWOP, dice HuffPost. 

Los miles de crímenes no violentos que han resultado en condenas LWOP incluyen posesión de una pipa de crack, una mancha de heroína en una tapa de botella, y “una pequeña cantidad de cocaína en los bolsillos que era tan pequeña para ser invisible a simple vista y se detectó únicamente en las pruebas de laboratorio”, según el informe. En cada caso, el acusado había sido condenado por otros delitos — con frecuencia décadas anteriormente y en su mayoría sin que involucraran violencia.

La nota en HuffPost indica que si bien en algunos círculos de poder de EUA hay deseo de implementar cambios en el sistema de condenas, la oposición a ello sigue siendo muy fuerte.

Más información en inglés The Guardian

Más información The Huffington Post

Descargar informe (en inglés) ACLU

Foto cortesía Anosmia via flickr