El lunes 23 de julio fue fatal para la campaña de Anthony Weiner para Alcalde de la Ciudad de New York. Ese día salieron nuevas acusaciones y fotos de conversaciones sexuales en las redes digitales con mujeres en otros estados de EUA, acusaciones y fotos iguales a las que habían obligado su renuncia del congreso de EUA en el 2011. Esta vez, el candidato respondió que desde el primer día de su campaña había dicho que más fotos saldrían y que ha abandonado esa conducta, y en conferencia de prensa con su esposa Huma Abedin al lado anunció que seguiría su campaña, pidiendo al electorado una segunda oportunidad. La emblemática revista Harper’s Bazaar, en su edición de septiembre (que llega a los kioscos el 20 de agosto), publica un perfil de la señora Abedin bajo el título “The Good Wife”. Hoy Harper’s Bazaar presenta un adelanto sobre el artículo impreso. Traducción El Molino Online.
Por Huma Abedin — Hace tres años yo era una adicta al trabajo, viajando por el mundo con un maravilloso puesto en el Departamento de Estado de EUA. No podría haber imaginado lo mucho que mi vida iba a cambiar en tres cortos años. Hoy día me encuentro casada, con un enérgico hijo de 20 meses de edad, un trabajo a tiempo completo, y un marido candidato a alcalde de New York. Mis amigos dirán que no me gusta llamar la atención sobre mí misma. Durante años pasé mi vida profesional al fondo de la sala, lejos del escenario o del micrófono. Seguí mi vida personal en privado, mientras que la gente cerca a mí vivía en el ojo público. Pero todo eso cambió hace dos años y Anthony y yo hemos pasado estos últimos años trabajando a través de los retos muy privados que enfrentamos en un escenario muy público. Así que cuando la gente me dice que están sorprendidos de verme haciendo campaña electoral, lo comprendo porque, créame, nadie está más sorprendida que yo.
¿Por qué estoy haciendo esto? Porque Anthony siempre ha sido una persona inteligente, atenta y comprometida, y mientras que él es un servidor público que quiere lo mejor para el pueblo que representa, hoy día se ha convertido en algo más: un hombre mejor. Los neoyorquinos tendrán que decidir por sí mismos si deben o no darle una segunda oportunidad. Yo tuve que tomar la misma decisión para mí, para mi hijo, para nuestra familia. Y sé en mi corazón que hice lo correcto.
En pocas palabras, amo a mi marido, amo a mi ciudad, y creo en lo que quiere hacer por la gente de New York. Yo no crecí en Nueva York como Anthony. Peropasé casi todos los veranos con mis primos en Queens, persiguiendo el camión de los helados por la cuadra, jugando en la calle, y obteniendo un sabor de la infancia en New York del cual Anthony siempre habla. Ahora soy uno entre millones de neoyorquinos que hemos venido de prácticamente cualquier otro estado y país para hacer una vida aquí. Al echar raíces he reforzado la idea de que para mí que ésta es la mejor ciudad del mundo donde criar una familia, fundar un negocio, perseguir sueños — todo es posible.
A través de nuestro trabajo profesional, Anthony y yo hemos tenido las extraordinarias oportunidades de conocer y trabajar con personas inspiradoras y de retribuir a las comunidades y los países que nos han dado tanto. Pero definitivamente, la mayor bendición ha sido el nacimiento de nuestro hijo, Jordan. Es una experiencia que cambia la vida, algo que sabe todo padre. Nos ha dado alegría que no podríamos haber imaginado y nos ha hecho aún más agradecidos por todo lo que ya teníamos. También nos hizo ver el mundo de manera diferente — nos preocupamos por cosas sobre las cuales nunca antes habíamos pensado. Nos preocupamos por la educación de Jordan, su salud, su seguridad. Como todos los padres, nos preocupamos por el futuro.
Y a fin de cuentas es por esto que Anthony decidió postularse para alcalde. La gente ha dicho muchas cosas acerca de mi marido — algunas buenas y otras no tan buenas. Y esto seguramente continuará. El lanzamiento de esta campaña no ha sido una decisión fácil para nuestra familia. Una salida así trae su costo.
Foto: Elizabeth Griffin
