Informa desde Moscú Actualidad RT.

Miles de opositores se reunieron este sábado en Moscú en una manifestación pacífica masiva contra los resultados oficiales de las elecciones parlamentarias y a favor de convocar las nuevas Otras protestas semejantes, aunque no tan multitudinarias se llevan a cabo en varias ciudades de Rusia, como San Petersburgo, Yekaterimburgo, Novosibirsk.

Preocupación clave para los organizadores de las protestas es evitar posibles provocaciones por parte de los ultrarradicales y nacionalistas.

Esta semana la nieve cuajó por fin en Moscú. Y hoy la capital rusa se vuelve más blanca si cabe. Este el color elegido por la oposición como símbolo de su protesta contra los resultados oficiales de los comicios parlamentarias en Rusia. Los manifestantes acuden al lugar del evento portando globos, flores y cintas blancas.

“Estoy de acuerdo con las exigencias de elecciones justas, no voté por el partido Rusia Unida [que ganó las elecciones con el 49% de los votos] y elegí una opción de oposición. Creo que la liberalización de la legislación, propuesta por el presidente Dmitri Medvédev es correcta, pero tenía que haberlo hecho antes”, dijo un participante de la acción.

Se trata de la segunda manifestación masiva más numerosa que se organiza en Rusia desde los años 90. Tanto en la primera manifestación en la plaza Bolótnaya, realizada hace dos semanas contra de los resultados electorales, como ahora, los organizadores invita a la gente a participar a través de las redes sociales.

La concentración de Bolotnaya reunió a cerca de 25.000 personas, según datos oficiales, y 80.000, según los organizadores. En esta ocasión los manifestantes llegaron a un acuerdo con la Administración de la capital para que les autorizara concentrarse en un espacio donde pudieran dar cabida a más gente, la Avenida del Académico Sájarov. Aunque el evento está autorizado para 50.000 personas, esta avenida puede acoger a más personas. Según los organizadores los participantes ya son más de 120.000.

El evento reúne a personalidades muy dispares, desde reconocidos escritores a presentadores de televisión, pasando por deportistas y blogueros que no comparten las mismas ideas políticas. En la acción toma parte el recién despedido ministro de finanzas ruso Alexéi Kudrin, el empresario multimillonario y candidato a la presidencia, Mijaíl Prójorov, el campeón del mundo de ajedrez Gari Kaspárov y el líder de la oposición ‘internauta’ rusa, el bloguero Alexéi Navalni, entre otros.

Por su parte, los participantes y organizadores de las manifestaciones de Bolótnaya y de este sábado subrayan que su protesta es “puramente pacífica” y llaman a sus partidarios a no sucumbir a las provocaciones de los grupos radicales.

“Recordemos que nuestras manifestaciones tienen un carácter exclusivamente pacífico. ¡No queremos ninguna revolución! Queremos que nuestros derechos sean guardados, queremos justicia. Por eso no cedan a posibles provocaciones. Seguimos en el marco de la ley, nuestra acción es autorizada”, dicen los organizadores de las dos grandes acciones en sus páginas en las redes sociales.

“Me parece muy importante lo que está pasando ahora en país. Creo que hoy es un día clave. Espero que el poder nos vea y de pasos concretos. Estoy en contra de las revoluciones, pero quiero que las autoridades oigan a sus ciudadanos”, dijo el participante de la manifestación en la Avenida del Académico Sájarov.

Los opositores indican los presuntos fraudes y falsificaciones que tuvieron lugar durante los comicios y exigen que sean investigados, algo que las autoridades rusas ya han puesto en marcha. Los manifestantes también exigen que los comicios sean justos y que se liberalice el sistema electoral.

Esa manifestación es la última de una serie de acciones que empezaron un día después de que fueron publicados los resultados de las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre, donde el partido gobernante Rusia Unida obtuvo la mayoría de los votos

Aunque Rusia Unida perdió su mayoría suficiente para modificar la Constitución y ahora tiene que buscar acuerdo con los partidos opositores, muchas personas no creyeron en la victoria del partido. Como resultado, miles de personas salieron a las calles para mostrarse tanto en contra como a favorde esos resultados.

El mandatario ruso, Dmitri Medvédev, ha puntualizado que las manifestaciones son una demostración de democracia e indicó que “es normal que haya quienes aceptan sus resultados, y quienes los ponen en duda”. Sin embargo, tanto Medvédev como el primer ministro ruso, Vladímir Putin, señalaron que las acciones deben seguir las exigencias de la legislación.

Tras las parlamentarias el presidente ruso encargó a las Fuerzas de Seguridad la investigación de los casos de fraude. El informe provisional sobre las infracciones cometidas durante las elecciones parlamentarias reflejó que la mayoría de las irregularidades se registraron en Moscú. Asimismo, los resultados de los comicios fueran revocados en 21 colegios electorales debido a las infracciones.

En su discurso sobre el estado de la nación, el presidente Medvédev aseguró el pasado jueves que las manifestaciones son “una demostración de democracia”, y que acepta con respeto la crítica contra algunas instituciones de poder. “El derecho de las personas a expresar sus opiniones está garantizado”, dijo Medvédev.

En ese mismo mensaje anual ante la Asamblea Federal, el presidente propuso introducir cambios radicales en el sistema político del país para modernizarlo desde dentro. El nuevo principio que deberá regir la práctica electoral podría entrar en vigor ya en 2012.

Así, se reducirá el número mínimo de firmas necesarias para la presentación de candidaturas a las elecciones presidenciales, y las firmas requeridas a los candidatos de los partidos sin representación parlamentaria. El mandatario indicó también la necesidad de introducir un régimen simplificado de registro de los partidos y las elecciones directas de los gobernadores.

Por su parte, el primer ministro ruso, ha propuesto equipar los colegios electorales con videocámaras “que graben todo el día para excluir por completo todas las falsificaciones” o violaciones de la ley.

En cuanto al desarrollo de la situación en el contexto de las protestas, el presidente Medvédev ha asegurado que “Rusia necesita democracia, no caos”. “Es una reacción normal”, dijo el mandatario.

“Pero los intentos de extender la discordia son inaceptables y no permitiremos la interferencia exterior”, apuntó Medvédev, refiriéndose a las críticas emitidas por la secretaria de Estado de EUA., Hillary Clinton, y por la OSCE sobre las elecciones parlamentarias en Rusia. Además, el presidente hizo un llamamiento a frenar a “los extremistas y provocadores”, en referencia a los llamamientos de los ultrarradicales a una “nueva revolución rusa” y a la radicalización de las protestas.

El 10 de diciembre la parte más extremista de la oposición trató de introducir un elemento desestabilizador. Los nacionalistas hicieron explotar una granada de humo entre la muchedumbre en la plaza Bolótnaya. Además, los líderes de esta oposición violenta organizaron una manifestación no autorizada en la Plaza Revolutsii en pleno centro de la capital, en la que participaron solo unas 200 personas.

Sin embargo, gracias a los esfuerzos coordinados de la gente, que quería evitar cualquier provocación, la acción no se convirtió en un caos y los intentos de los ultras fracasaron.

Artículo original con actualizaciones

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