Golpe en TurquíaDesde su iPhone, usando el servicio de Face Time, el presidente de Turquía Recep Erdoğan hizo un llamado al pueblo a que ocupara las calles y las plazas de la ciudad para detener un intento de golpe militar que incluyó ataques aéreos y el despliegue de miles de soldados.

Al terminar la jornada de sangre y heroismo, por menos 180 personas estaban muertas con más de 1,000 heridos, informa NPR.

Pero el gobierno había logrado recuperar control y los golpistas se estaban rindiendo.

Durante varias horas no se supo si la democracia persistiría en Turquía, importante aliado de la OTAN, y nación que por años ha intentado ingresar en la Unión Europea.

Erdogan se encontraba de vacaciones cerca del Mar Negro. Cuando los golpistas se tomaron las comunicaciones del país, él optó por usar la última tecnología: el iPhone.

La gente volcó a las calles, tirándose en frente de los tanques, impidiendo que los golpistas tomaran control.

Erdogan, quien asumió la presidencia de Turquía en agosto 2014, tiene una visión de aumentar el papel geopolítico de Turquía en la región, llenando un vacío de poder que se ha agudizado desde el 2003 cuando EUA invadió Irak.

Gobierna con el conservador Partido de la Justicia y Desarrollo de tendencias islamistas — es decir una de muchas en el fracturado movimiento.

Los mismos golpistas son de otra tendencia islamista. Explica la publicación Stratfor las posibles causas del intento de golpe y su fracaso.

Este intento de golpe es el producto de una división islamista dentro del ejército — y las divisiones dentro de las divisiones no explican el éxito de un golpe.

Hay varios indicios de que los seguidores del movimiento Gülen en el seno del ejército están encabezando el intento de golpe. Los Gulenistas son un movimiento islamista que ha acumulado una influencia significativa en Turquía desde la década de 1970. Comenzaron con la gendarmería, donde podrían tomar ventaja de los laxos controles de antecedentes  y poco a poco se abrieron camino en la cadena de los mandos militares. Cuando el presidente Recep Tayyip Erdogan consideró que el movimiento Gülen había adquirido demasiado poder, las relaciones comenzaron a sufrir entre el partido gobernante y los Gulenists. A partir de 2014, tuvieron lugar purgas masivas con miras a reducir gradualmente la influencia de los Gulenistas en los medios y el gobierno.

Ahora, según informes alrededor de 2,800 militares han sido detenidos, Erdogan ha realizado extensos cambios en el estado mayor y ha dicho que “vendrán represalias”.

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