Muhammad AliEn la misma semana que el mundo despidió a Muhammad Ali, Hillary Clinton pronunció un discurso elogiado como trascendental, avanzó la aceptación del racismo de Donald Trump, y Bernie Sanders tercamente se presentaba como una alternativa en la primaria de California.

La muerte el 3 de junio de Muhammad Ali ha acaparado titulares. Mucho se ha dicho sobre su excelencia como pugilista, su elegancia, su sentido del humor. También se ha discutido su deterioro físico, producto de los brutales golpes en la cabeza que recibió a lo largo de su carrera. El mismo deporte que le dio fama y fortuna trágicamente le robó su salud.

En este espacio, sin embargo, recordamos un aspecto que definió su humanidad. Su militante oposición al racismo arraigado en la sociedad estadounidense, que en la década del 60 se plasmaba en la oposición a los derechos civiles y la guerra de Vietnam.

Valientemente, Alí adoptó una posición de principio y por ello tuvo que pagar con su título, su carrera y una condena que pudo enviarle a la cárcel.

Mi conciencia no me deja ir a matar en nombre de América a mi hermano, o algunas personas de piel más oscura, o a algunas personas pobres, hambrientas que viven en la miseria. Matarlas ¿por qué? Ellos nunca me llamaron “nigger”, jamás me lincharon, ni me persiguieron con perros, ni me robaron mi nacionalidad, violaron a mi madre y mataron a mi padre. Dispararles … ¿por qué? ¿Cómo puedo disparar a los pobres? Métanme en la cárcel.

No voy ayudar a que nadie tenga algo que los negros no tenemos. Si voy a morir, voy a morir aquí ahora luchando contra mis enemigos, que son gente blanca, no los Viet Congs ni los chinos ni los japoneses. Ustedes se oponen a mi cuando pido libertad. Cuando pido justicia. Cuando pido igualdad. En EUA ni siquiera defienden mis creencias religiosas, y me piden que vaya a otro lado del mundo a luchar, pero ni siquiera me defienden aquí.

Muhammad Ali MusulmanMuhammad Ali vivió las luchas de los derechos civiles, el movimiento del nacionalismo negro de Malcolm X y las panteras negras.

Convertido a la fe musulmana en 1964 siguió combatiendo el racismo y el militarismo con la misma garra que sus adversarios en el cuadrilátero.

QEP Muhammad Ali.

Mientras tanto, en las primarias de EUA, Hillary Clinton, la candidata del oficialismo demócrata pronunció lo que la prensa ha llamado un discurso trascendental sobre política exterior. Denunció una y otra vez a Trump. Lo llamó incapaz. Dijo que no estaba preparado para mantener continuidad en la política exterior de EUA y su posición líder en el mundo.

Al día siguiente, Clinton acusó a Trump de ser un “estafador” que ha timado a los estudiantes de la llamada Trump University, que se encuentra en medio de una demanda, advirtiendo que quiere hacer lo mismo con el pueblo de EUA.

Trump, cuyo proceso de aceptación por el establishment republicano avanzó con el apoyo por parte de Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes.

Siguió esgrimiendo uno de sus argumentos favoritos: El racismo. Ejemplo entre muchos: Sobre el juez encargado del caso de Trump University, dijo que ¡había un conflicto de interés debido a que es hijo de inmigrantes mexicanos!

¡UnknownEl la llama “Crooked Hillary” (Hillary la ratera); ella lo acusa de fraude!

Pensar que no hace mucho tiempo los Clinton y los Trump eran buenos amigos. Y en aquellos días nadie llamaba deshonesto a nadie.

Más claro no puede estar. Un importante sector de los medios corporatistas está listo a  dar la presidencia a Hillary Clinton.

Lamentablemente para ella, solo tiene que ganar la nominación — no basta con que se la entreguen.

Y esto no loSanders en California ha logrado del todo ya que Bernie Sanders tercamente sigue movilizando gente y, de creer las encuestas, tiene una buena posibilidad de salir un gran resultado en California, y otras primarias este martes.

Y si ello sucede contra viento y marea, Hillary Clinton se quedará con el moño puesto y tendrá que fajarse en la convención a fines de julio.

Claro que es posible que los llamados superdelegados le den los delegados que no logró con las primarias y asambleas.

Pero esto dejaría un apestoso tufito deslegimitizador.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres

 

 

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY, 06/05/2016