Por más que tratáramos, esta no nos la podríamos haber inventado: un juez brasileño ha fallado que una contable de 36 años de edad puede masturbarse legalmente y mirar pornografía en el computador del trabajo, informa David Moye en Huffington Post.
Dice que Ana Catarian Bezerra alegó exitosamente que sufre de un desequilibrio químico que produce enorme ansiedad y un deseo sexual incontrolable.
Ello estaba afectando su desempeño profesional y su único alivio es la masturbación frecuente, dice.
“Llegó a un punto que tenía que masturbarme hasta 47 veces diarias”, dice. “En ese momento pedí ayuda: supe que no era normal”.
Agrega que el médico le ha recetado un “coctel” de tranquilizantes que ha reducido a 18 veces la necesidad diaria de ese método de relajamiento.
Nos deja perplejos y con toda una serie de preguntas, ¿Dónde lo hace? ¿Anuncia cuando lo va a hacer — ‘perdone necesito privacidad’?, ¿Afecta su capacidad de contar, indispensable para su trabajo? ¿Sentará esta decisión un precedente legal? ¿Pedirán otros trabajadores brasileños el mismo derecho? ¿Llegará el derecho a masturbarse y mirar porno en el trabajo a ser una demanda laboral? ¿Lo pedirán sindicatos? ¿Será una manera de atraer empleos potenciales: beneficios, salarios y el derecho a masturbarse 18 veces diarias?
En fin, que se la disfrute: 18 veces diarias, lo cual es mejor que 47!
Foto cortesía de seir+seir via flickr
