El descubrimiento reciente de los restos de tres embarcaciones en el estrecho entre Turquía y la isla de Rodas podría dar a los arqueólogos nueva información sobre la transición entre la construcción naval medieval y la moderna, indica Clara Moskowitz en Live Science.
Las embarcaciones, que datan entre 1450 y 1600, parecen ser un barco mercante inglés de tamaño respetable junto con dos más pequeñas, probablemente una patrullera de Rodas y otro navío mercante, posiblemente turco, griego o italiano, señala.
Ninguna de las embarcaciones parece haber tenido relación con las otras. Su importancia radica, según Jeffrey G. Royal de la Fundación Naútica RPM en Key West, Florida, en que “Son de un periodo en que se evolucionaba de las embarcaciones con remos que portaban cañones a los veleros que también llevaban cañones”.
Las embarcaciones anteriores se llamaban galeras y aunque tenían velas, se impulsaban por la fuerza de remeros, por lo general esclavos. Eran largas y estrechas y llevaban cañones fijos en la proa y en los costados, explica. Más tarde, vinieron los barcos de vela, que en vez de los remos dependían en el manejo de la fuerza de los vientos. Eran más largos y por lo general tenían más cañones en los costados que en la proa.
Una vez confirmado que yacían tres embarcaciones en el fondo del estrecho, los arqueólogos usaron robots automáticos con lámparas y cámaras con brazos robóticos, dice. Las tres embarcaciones estaban armadas con cañones, lo más seguro como medida de protección contra los piratas.
Concluye con una cita de John M. MacManamon de la Universidad de Loyola en un artículo en el International Journal of Nautical Archeology, que recalca la importancia del hallazgo, “Encontrar un porcentaje elevado de navíos armados de un periodo histórico breve concentrados en el mismo tramo de la costa turca en los estrechos de Rodas invita a que se realicen un análisis de la geografía de la costa, junto con el contexto estratégico de los estrechos, además del tipo específico y los restos de cada naufragio”.
