Pobreza
Imagen cortesía Fredrick Lee en Unsplash

Encarecidamente pedimos a nuestros lectores que se abstengan de presumir sus regalos y cenas en fotos en las redes sociales. 

Además de que consideramos repugnante tal ostentación, en esta larga noche del Covid, agravada por serios problemas económicos, tendría un elemento adicional colindando con la crueldad. Sal en una llaga.

Porque estas han sido unas navidades de ausencias. En EUA, nos hacen falta las 330,000 personas que ya han fallecido por la plaga, que ha traído dolor y sufrimiento sin par a los más vulnerables de nuestra sociedad. Las personas mayores. Los pobres. Los negros. Latinos. Los presos. La gente sin techo.

Y si las navidades han sido tan miserables como el 2020, el 2021 (a menos que se realicen serios cambios) promete ser más angustioso para millones de estadounidenses. 

Hoy 27 de diciembre, causa de que el presidente se negara a firmar una ley de asistencia a los damnificados, 14 millones de personas más han perdido los beneficios de desempleo. 

El 31 se vence el alivio que se había ofrecido a los arrendatarios y hasta el momento ha impedido los desahucios. Millones podrían verse obligados a perder sus casas. A las calles.

Indolente. Así es el sistema.

El plan de alivio trabado también incluía un pago de $600 por adulto, por familia; está en limbo. Recordemos que $600 no es nada, en una sociedad en la que un avión militar cuesta el salario de cientos de maestros.

Durante todo este tiempo Trump se la ha pasado jugando golf y puteando de que le robaron la elección. Ataca tanto a republicanos como a demócratas, al departamento de justicia, la Corte Suprema, presentándose como la víctima. 

(Lo otro que Trump ha hecho es usar el poder del perdón presidencial para conmutar las sentencias de sus secuaces y de varios criminales de guerra, que cometieron atrocidades en las invasiones a Irak y Afganistán).

Es deplorable.

El que la ley no se haya firmado no es culpa únicamente de Trump. Comenzó a redactarse en mayo del año pasado, pero Mitch McConnelly, el republicano presidente del senado, impidió que avanzara.

La desarchivan en el momento que ven que los demócratas pueden ganar el estado de Georgia, y con ello el senado.

Creen que con $600 logren mantener el estado.  

Otra muestra por si fuera necesaria de que los políticos están totalmente desconectados de gran parte del público que dicen representar. No saben que decenas de millones viven de quincena en quincena, que jamás han podido ahorrar, que están endeudados con tasas de interés de agio. Que se van enterrando más y más cada día.

Así han pasado la navidad muchos. Separados de sus familias, unos para siempre porque se los llevó el Covid; otros por temor a contagiarse. Estos últimos se comunican por texto o zoom desde viviendas que en cualquier momento pueden perder. 

Este miserable año ni siquiera pudieron observar un rito milenario: reunirse en familia, cenar, reír, llorar, darse un fuerte abrazo.

Esto solo afecta a los pobres.

Los ricos, no tienen de que preocuparse. El dueño de Amazon ha casi duplicado su fortuna desde que estalló la pandemia. Otro puñado de milmillonarios se han superenriquecido igual.

Mientras tanto, el presidente en el sol de la Florida jugando golf en su lujosa residencia. Acompañado de escoltas, funcionarios, todos en el erario público pagando a la propiedades Trump. ¡Un negocio redondo!

Esta gente ya ha recibido vacunas. El resto esperamos.

Si se enferman de Covid tienen acceso a los mejores hospitales, médicos y medicinas. El resto a conformarnos cada día con menos porque los hospitales no dan abasto.

Así hemos pasado estas Navidades Infelices, preparándonos para un Año Nuevo de Angustias — poco queda del derecho a la vida, la familia, la alegría.

Por eso queridos lectores y lectoras: Este 2020 annus horribilis por favor no presuman sus cenas y regalos. Recuerden que el mundo es hoy un valle de lágrimas.

CFT
Director, El Molino Online
Pennsylvania, EUA
12/27/2020