mandela-y-fidelNos llama la atención, al observar la cobertura sobre la muerte de Nelson Mandela en los principales medios estadounidenses lo poco que se dice sobre las relaciones del Congreso Nacional Africano (ANC por sus siglas en inglés) y los movimientos comunistas en Africa y el resto del mundo.

Es como si fuera algo de lo cual es preciso avergonzarse.

Carlos F. Torres
Carlos F. Torres

Presentan a Nelson Mandela como un Martin Luther King Jr., un Mahatma Ghandi africano, que luchó pacíficamente contra la opresión.

Pero reescribir la historia no cambia nada.

Nelson Mandela jamás negó haber trabajado con marxistas.

Incluso cuando estaba en la presidencia de su país nunca olvidó a quienes le ayudaron en su lucha — fueran gobiernos nacionalistas agrupados en el Movimiento de los No Alineados o movimientos comunistas aliados con la entonces Unión Soviética y la Cuba revolucionaria de Fidel Castro.

El ANC colaboró on el Partido Comunista de Sudáfrica a lo largo de años de lucha contra el apartheid, en los sindicatos, los campos, los townships — en todas partes.

Nelson Mandela estudió los escritos revolucionarios de Mao Zadong, Fidel Castro y Ché Guevara: buscó lecciones de esta lucha que pudiera implementar en la suya.

Nelson Mandela manifestó su apoyo a la intervención militar cubana en Angola, que ayudó a desestabilizar al gobierno sudafricano, abriéndole un campo de maniobra que eventualmente permitió desemantelarlo.

Los que intentan ocultar estas relaciones también persiguen que olvidemos que los marxistas no fueron los que impusieron el apartheid en Sudáfrica.

No quieren recordar que los que explotaron el continente durante poco más de siglo fueron europeos ingleses, franceses, belgas y portugueses, entre otros.

Y que después de la Segunda Guerra Mundial, cuando estalló la rebelión anticolonial, EUA apoyó a los opresores con todo lo que pudo, en ningún momento a los oprimidos.

Los que desangraron Argeli fueron los franceses. (Coincidentalmente, esta semana murió, también a los 95 años, Paul Assaresses, general colonial que se enorgulleció de usar la tortura contra los independentistas en Argelia).

Los que asesinaron a Patrice Lumumba fueron los belgas, que cometieron uno de los grandes crímenes contra la humanidad en lo que hoy se conoce como el Congo Belga.

Fueron los ingleses y luego sus descendientes blancos los que extrajeron enormes riquezas de una región centroafricana, rica en diamantes, cobre y vastos terrenos llamada Rodesia, hoy en día Zambia y Zimbabwe, por cuya independencia murieron miles y miles de africanos negros.

También fueron británicos los que tiraron casi seis millones de bombas en Kenya en la década del 1950 para aplastar una insurrección nacionalista, los Mau Maus.

Los que bañaron en sangre los campos de Angola y Mozambique para preservar su imperio fueron los portugueses.

Nelson Mandela luchó al lado de los comunistas, igual que en EUA Martin Luther King recibió el apoyo de los comunistas y socialistas, porque ellos le apoyaron.

Porque la innegable verdad histórica es que personas que se han llamado marxistas (de una u otra de las muchas tendencias de la fracturada ideología) han estado en las primeras filas en la lucha contra la opresión colonial y por el derecho de los pueblos a su autodeterminación.

Cualquier crítica que se pueda tener — y tenemos muchas a sociedades que se llaman marxistas como Cuba y la entonces Unión Soviética — no puede quitar su contribución a estas luchas.

Carlos F. Torres
New York, diciembre 7, 2013