Editorial discute desigualdades económicas EUAAnte la presión creciente por parte de la campaña de Bernie Sanders, la prensa y el público en general de que haga públicas las transcripciones de los discursos que Hillary Clinton pronunció ante grupos de banqueros y representantes de otras industrias y por los que recibío una millonada, la candidata ha dicho que lo hará únicamente cuando otros candidatos hagan lo mismo.

Se ha quejado en repetidas ocasiones de que a ella se le trata de manera diferente. Y sigue sosteniendo que los hará públicas únicamente cuando todos los candidatos hagan lo mismo.

Para la junta editorial del New York Times ésta es una argumentación falaz y la candidata debe abrir estas transcripciones al público.

Traducimos excerptos:

“Aquí la única norma diferente es la que la señora Clinton ha establecido por sí misma al obtener personalmente US$11 millones en 2014 y el primer trimestre de 2015 en honorarios por 51 discursos a los bancos y otros grupos e industrias.

Los votantes tienen todo el derecho de saber lo que le dijo a la señora Clinton estos grupos. En julio, su portavoz Nick Merrill dijo que aunque la mayoría de los discursos eran privados, el equipo Clinton “siempre hace públicos los discursos cuando se lo piden”. Las transcripciones de estos discursos que se han filtrado han sido bastante inocuas. Al negarse a hacerlos públicos todos, especialmente los discursos a los bancos, la señora Clinton alimenta la especulación acerca de por qué ella se sigue negando.

Además, la señora Clinton no enfrenta un republicano en las elecciones primarias demócratas. Ella se presenta contra Bernie Sanders, crítico por décadas de los excesos de Wall Street que no frecuenta la industria del circuito de los discursos. La campaña Sanders, ante la pregunta si el señor Sanders también recibió honorarios por discursos pronunciados a puerta cerrada, produjo dos de hace dos décadas de los cuales no existían transcripciones: Uno para una asociación comercial de un hospital, y otro a una universidad, cada uno por menos de US$1,000. Las regalías de un libro llamado “The Speech”, la diatriba de ocho horas en el senado donde el señor Sanders denunció la continuación por el presidente Obama de los recortes fiscales de la era Bush para los ricos, fueron donadas a la organización sin fines de lucro Addison County Parent/Child Center in Vermont.

Los peligros de la señora Clinton, aspirante a la presidencia que recibe más de US$200,000 por cada uno de  las docenas de discursos a grupos de la industria, fueron claras desde el principio. Clinton seguía pronunciando discursos pagados cuando contrató a consultores para que investigaran sus propios antecedentes como preparación para la elección. Si no mencionaron esto como un peligro potencial, no estaban haciendo su trabajo.

El interés público en estos discursos es legítimo, y es el público – no la candidata – quien decide cuánta divulgación es suficiente. Por al negarse a hacer públicas estas transcripciones Clinton cae en las manos de aquellos que dicen que no es digna de confianza y que ella produce sus propias reglas. Más importante es que está erosionando su credibilidad entre los demócratas que le están pidiendo que demuestre que puede manejar una Casa Blanca, responsable y transparente”.

Editorial en inglés