Editorial discute desigualdades económicas EUA

Este fue el mensaje del presidente Trump el 29 de julio a las 8:30 a.m sobre una reunión extraoficial que tuvo con A.G. Sulzberger, editor del New York Times.

Traducimos: Tuve una reunión muy buena e interesante en la Casa Blanca con A.G. Sulzberger, Editor del New York Times. Pasamos un largo rato hablando sobre la enorme cantidad de Noticias Falsas que publican los medios y como estas noticias falsas se han transformado en la frase, “Enemigo del Pueblo”. ¡Triste!

Al cabo de unas horas, el New York Times disputó la versión del presidente Trump con el siguiente comunicado que hemos traducido al español.

Declaración de A.G. Sulzberger, editor, The New York Times, en respuesta al mensaje por Tweeter del presidente Trump sobre su reunión.

29 de julio de 2018

A principios de este mes, A.G. recibió una solicitud de la Casa Blanca para reunirse con el presidente Trump. Esto no fue inusual; existe una larga tradición de editores del New York Times que celebran reuniones como estas con presidentes y otras figuras públicas a quienes les preocupa la cobertura.

El 20 de julio, A.G. fue a la Casa Blanca, acompañado por James Bennet, quien supervisa la página editorial de The Times. Los asistentes del Sr. Trump solicitaron que la reunión extraoficial (“off the record”), que también ha sido la práctica para tales reuniones en el pasado.

Pero con el tweet del Sr. Trump esta mañana, se ha hecho pública la reunión (“on the record”), por lo que A.G. ha decidido responder a la caracterización del presidente de su conversación, basada en notas detalladas que A.G. y James tomaron.

 

Declaración de A.G. Sulzberger, editor, The New York Times:

Mi objetivo principal para aceptar la reunión fue expresar inquietudes sobre la retórica anti-prensa profundamente preocupante del presidente.

Le dije directamente al presidente que creía que su lenguaje no solo era divisivo sino también cada vez más peligroso.

Le dije que aunque la frase “noticias falsas” es falsa y lesiva, me preocupa mucho más que a los periodistas se les ponga la etiqueta de “enemigos del pueblo”. Advertí que este lenguaje inflamatorio está contribuyendo a un aumento de las amenazas contra los periodistas y que va conducir a la violencia

Reiteré en repetidas ocasiones que es particularmente cierto en el exterior, donde la retórica del presidente está siendo utilizada por algunos regímenes para justificar una enorme represión contra los periodistas. Advertí que estaba poniendo vidas en peligro, que estaba socavando los ideales democráticos de nuestra nación, y que estaba erosionando una de las mayores exportaciones de nuestro país: El compromiso con la libertad de expresión y la libertad de prensa.

A lo largo de la conversación, recalqué que si el presidente Trump, al igual que los presidentes anteriores, estaba descontento con la cobertura que recibe su administración, por supuesto es libre de decírselo al mundo. Dejé claro varias veces que no le estaba pidiendo que suavizara sus ataques contra The Times si consideraba que nuestra cobertura era injusta. En cambio, le supliqué que reconsiderara sus ataques más amplios al periodismo, que creo que son peligrosos y pueden perjudicar a nuestro país.

Texto original en inglés. Enlace.

Statement of A.G. Sulzberger, Publisher, The New York Times, in Response to President Trump’s Tweet About Their Meeting

On July 20th, A.G. went to the White House, accompanied by James Bennet, who oversees the editorial page of The Times. Mr. Trump’s aides requested that the meeting be off the record, which has also been the practice for such meetings in the past.

But with Mr. Trump’s tweet this morning, he has put the meeting on the record, so A.G. has decided to respond to the president’s characterization of their conversation, based on detailed notes A.G. and James took.

Statement of A.G. Sulzberger, Publisher, The New York Times:

My main purpose for accepting the meeting was to raise concerns about the president’s deeply troubling anti-press rhetoric.

I told the president directly that I thought that his language was not just divisive but increasingly dangerous.

I told him that although the phrase “fake news” is untrue and harmful, I am far more concerned about his labeling journalists “the enemy of the people.” I warned that this inflammatory language is contributing to a rise in threats against journalists and will lead to violence.

I repeatedly stressed that this is particularly true abroad, where the president’s rhetoric is being used by some regimes to justify sweeping crackdowns on journalists. I warned that it was putting lives at risk, that it was undermining the democratic ideals of our nation, and that it was eroding one of our country’s greatest exports: a commitment to free speech and a free press.

Throughout the conversation I emphasized that if President Trump, like previous presidents, was upset with coverage of his administration he was of course free to tell the world. I made clear repeatedly that I was not asking for him to soften his attacks on The Times if he felt our coverage was unfair. Instead, I implored him to reconsider his broader attacks on journalism, which I believe are dangerous and harmful to our country.