Jamal Steves, de 7 años de edad, se repone en un hospital Charlotte, Carolina del Norte, después de haber sido arrojado por un tornado a más de 100 metros de distancia.
Su madre, y una hermanita, también recibieron algunas heridas superficiales, informa Michelle Boudin de WCNC-TV.
Con la segunda planta de su casa destruída, paredes desaparecidas y materiales de construcción regados por todo el jardín, todos los miembros de la familia Stevens están vivos.
Y eso es mucho decir si se tiene en cuenta las que pasaron.
“Me encontraba en el primer piso con los gemelos. En aquel momento se chupó la pared enterita. Yo sentada ahí, atónita. Vi cómo el tornado se los llevó a ambos”, así narró Patricia Stevens el momento.
Encontraron a Jamal en el jardín de los vecinos, a más de 100 metros de distancia. Los otros quedaron entre escombros. Con raspones, indicó el noticiero.
Dice la señora Stevens que, “Nunca he visto nada por el estilo. En la oscuridad de la noche se llevó las paredes. Producía un sonido terrible”.
Ella dormía abajo en un sofa mientras que su nuera estaba arriba con cuatro niños edades 3 a 7 años.
La primera señal fue una tormenta de rayos y truenos que se fue intensificando. Luego se produjo un terrible sonido, dice.
Desde arriba su nuera, bajó a los niños.
Ella, recordando las medidas de seguridad que había escuchado en la televisión, intentó encontrar refugio en la bañera con los chicos.
Pero al abrir la puerta, no había baño, dijo
Mucha suerte tuvo la familia Stevens al sobrevivir ilesos uno de los cientos de tornados que en días pasados han matado al menos 38 personas en EUA.
