Steve jobs tuvo un impacto revolucionario en la industria digital, diseñando computadores elegantes y fáciles de usar, creando una de las compañías más lucrativas del mundo e inspirando a mucha gente a través del mundo.
Pero, según Ryan Tate de Gawker, había otro aspecto de Steve Jobs, el empresario que debe servir de inspiración, no por que sea ejemplar sino porque puede ser algo que la compañía puede rechazar con los nuevos cambios.
“Una cosa que no fue, sin embargo, es perfecto. De hecho Jobs hizo cosas sido alarmantes en Apple. Grosero, despectivo, hostil, rencoroso: — los empleados de Apple que no tienen que regirse por acuerdos de confidencialidad, cuentan una historia diferente sobre sus años laborales en Apple, en un ambiente de manipulación, intimidación y miedo. Jobs también ha contribuido a los problemas globales. El éxito de Apple fue literalmente construido sobre las espaldas de los trabajadores chinos, muchos de ellos niños, y todos ellos soportando largas jornadas de trabajo y el espectro de brutales sanciones por sus errores. Y, no obstante su discurso de que permite la expresión individual, las reglas que Jobs implementó eran una manera paranoica de centralizar el control sobre quién podría que sobre sus dispositivos y su compañía”.
Gawker luego presenta una serie de fallas de Jobs, y de Apple bajo su mando.
Censura y autoritarismo. Mientras que internet permite y facilita la libertad de expresión, las aplicaciones de iPhone y iPad, que son las de mayor uso en EUA, son cerradas. “Para poner cualquier cosa en un dispositivo se necesita el permiso de Apple. Y la compañía esgrime su poder agresivamente”. Han censurado fotos, arte, comunicaciones, caricaturas — mucho relacionado con el estilo de vida gay.
Cacería de brujas. La respuesta común a artículos periodísticos que no fueran lo que Apple (y Jobs) esperaran, era amenazas de “aislar” al autor, congelándolo de la información necesaria. Recuerda como el año pasado cuando Gizmodo informó sobre el iPhone 4, Apple presionó a las autoridades para que condujeran una redada en casa del autor del artículo.
Y, dice, el mes pasado guardas de una compañía privada requisaron la residencia de un individuo y le amenazaron con problemas migratorios en otro caso de un prototipo de iPhone desaparecido.
Explotación laboral. Un ritmo brutal, bajo condiciones subhumanas, niños trabajando larguísimas horas, temperaturas de más de 35 grados, hacinados en dormitorios más de 40 personas en cada uno, condiciones deplorables de higiene.
Un tirano con sus empleados. Inspiraba a algunos con elogios. Pero, cuando algo no iba según el libreto, los trataba a grito limpio insultando, ridiculizando, humillando públicamente.
Nunca dio a ningún tipo de caridad. Puede haberlo hecho en persona, dice Gawker, pero un hombre con los millones de Jobs pudo haber servido de ejemplo al públicamente dar parte de su fortuna a ayudar a los menos favorecidos — algo como lo que hacen otros millonarios, como Bill Gates. Nunca se supo que Jobs diera un centavo y en 1997, cuando regresó a Apple, clausuró los programas filantrópicos y nunca más abrieron, dice.
Negó a su hija. Durante más de dos años hasta en los tribunales, dice Gawker, Steve Jobs negó ser el padre de Lisa, que hoy tiene 23 años. Tuvo otros dos hijos más, luego de haber dicho que era “infertil” mientras negaba a su hija.
